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HIDROLOGÍA

Unas 20.000 personas viven en áreas de riesgo de inundación por el río Ebro en Aragón

Según la CHE, esta sería la población potencialmente afectada en un plazo de diez años. En el caso de que fuera un siglo, los habitantes en peligro se elevarían a 45.000, y a 70.000, en 500 años

K. HERRÁIZ /
Campos anegados en Novillas (Zaragoza) en la crecida extraordinaria del río Ebro en diciembre de 2021. / Europa Press
icono foto Campos anegados en Novillas (Zaragoza) en la crecida extraordinaria del río Ebro en diciembre de 2021. / Europa Press

Actualmente unas 20.000 personas residen en áreas de riesgo de inundación por el río Ebro en Aragón. Según la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), esta sería la población potencialmente afectada en un plazo de diez años. No obstante, en el periodo de retorno de un siglo, los habitantes en zona de probabilidad de inundación frecuente se elevarían hasta los 45.000, y llegarían hasta los 70.000 en zona de probabilidad excepcional en el periodo de retorno 500 años. Entre las localidades aragonesas más afectadas figuran Novillas, Pradilla o Boquiñeni (Zaragoza), las tres ubicadas en la Ribera Alta aragonesa, que suelen ver como se inundan sus campos en las avenidas extraordinarias.

Todos estos datos obligan actuar para minimizar los daños en esas zonas ante posibles inundaciones y proteger a las personas. La jefa de Hidrología de la CHE, María Luisa Moreno, explica que, tras la identificación de las zonas indudables, se elaboran "mapas de riesgo que se actualizan cada seis años", y a los que hay que sumar "el flujo preferente", que es la zona constituida por la vía de intenso cauce, y en la cual se pueden producir graves daños sobre los bienes y las personas. 

"Las zonas de flujo preferente son importantes para el tema, por ejemplo, de establecer un camping, o el uso del suelo en general", subraya Moreno, quien añade: "Hay usos imposibles en zonas inundables. Para levantar algo o hacer una actividad a cien metros a cada lado del río es obligatorio consultar a la CHE".

Las inundaciones "son inevitables"

Asimismo, la experta resalta: "La primera premisa es que las inundaciones son inevitables". Y sostiene que, lo que se puede hacer, es mirar el impacto negativo que tienen y otros factores "como la vulnerabilidad de la zona" para actuar preventivamente. 

Tras identificar las zonas susceptibles de quedar inundadas por el desbordamiento del río, y la elaboración de los mapas de riesgo, la jefa de Hidrología de la CHE destaca que la siguiente fase es la de actuar para mitigar los efectos. "Es un compendio de todo tipo de medidas de protección, prevención, preparación o recuperación, que incluyen obras, también urbanísticas, e incluso obras de emergencia", añade Moreno.


La crecida extraordinaria del río Ebro en diciembre de 2021 en Gallur (Zaragoza). / Europa Press

Última crecida en diciembre 2021

La última crecida importante del río Ebro se produjo en diciembre de 2021, y a su paso por la provincia de Zaragoza dejó más de 14.000 hectáreas anegadas.

La mayor crecida de río más caudaloso de la Comunidad en el último siglo se produjo en enero de 1961, hace casi 60 años. Desde esa fecha, la ribera ha sufrido importantes desbordamientos, los más recientes en febrero de 2003, abril de 2007, enero de 2013, marzo de 2015, abril de 2018 y diciembre de 2021.

En este arranque de 2023, las nevadas caídas durante el mes de enero han provocado que aumente considerablemente el caudal del Ebro, pero se trata, de momento, de una crecida ordinaria.

Como manifiesta María Luisa Moreno, la gestión de un recurso como el agua requiere controlar distintos factores: "Sabemos, cuando llueve, que esa agua se va a traducir en caudal, adónde va a ir y cómo evoluciona. Esta previsión nos permite trabajar en los embalses, acumulando agua y evitando que salga, pero, si se sabe que va a llover muchísimo, se abren las compuertas y se suelta agua preventivamente".  

Hasta 264.563 personas en riesgo en la cuenca del Ebro

Según ha publicado recientemente el periódico 'La Vanguardia', la población que puede resultar afectada por las avenidas en las zonas inundables en la cuenca del Ebro sería un total de 264.563 personas, mientras que, en toda España, atendiendo al conjunto de las demarcaciones hidrográficas, alcanzaría los 2,5 millones de habitantes. 

El pasado 17 de enero el Consejo de ministros aprobó los planes de gestión de riesgo de inundación (PGRI), un instrumento de planificación clave para reducir el riesgo de inundación los próximos años en las demarcaciones del Cantábrico Occidental, Guadalquivir, Segura, Júcar, Miño-Sil, Duero, Tajo, Guadiana, Ebro, Ceuta y Melilla.

Según el Gobierno, estos planes "profundizan" especialmente en el estudio del impacto del cambio climático para prepararse a sus peores efectos, y cuentan con una inversión prevista de más de 2.100 millones de euros.