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RESERVAS HIDRÁULICAS

Las reservas de agua en los embalses de la cuenca del Ebro están al 50% de su capacidad

Aunque la situación ha mejorado respecto al comienzo del año hidrológico, sigue lejos de lo que sería normal para esta época, que es un 66%

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto El embalse de Mediano está este miércoles al 52% de su capacidad.

El agua almacenada en los embalses de la cuenca del Ebro están hoy al 50% de su capacidad. Una cifra que mejora a la del 1 de octubre de 2022, cuando comenzó el año hidrológico y las reservas estaban al 36%. Sin embargo, pese a haber mejorado el nivel, este sigue lejos de lo que sería normal para esta época, que es un 66%.

Por embalses, en el caso de Yesa, aunque ha mejorado, sigue 30 puntos por debajo de la media. La Sotonera o Mequinenza también tienen más reservas, pero a un nivel inferior al normal. En la margen derecha, en cambio, la Tranquera o Calanda viven una situación muy distinta con valores superiores a la media.

También ha mejorado la reserva de nieve gracias a lo que ha caído esta última semana. A pesar de que el invierno comenzó mal, ahora ya se está en la media de los últimos cinco años. Una buena noticia porque la nieve de invierno es el agua de primavera (en este momento 1.200 hectómetros cúbicos). Así que si continúa nevando y, sobre todo, lloviendo, la reserva de agua seguirá aumentando.

Con 225 hectómetros cúbicos, Mediano está al 52% de su capacidad cuando hace tan solo dos meses estaba al 29%. La lluvia y la nieve caída la última semana permiten que este embalse se recupere. No obstante, los porcentajes todavía están por debajo del promedio de los últimos 10 años en los que estaba al 57 de su capacidad.

De situación de emergencia a estado de alerta

La situación de los embalses ya no es de emergencia aunque sí de alerta en algunos como Yesa. Los niveles de llenado y la acumulación de nieve de la últimos días nos hablan de un cambio de tendencia. Pero desde la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) advierten de que los niveles continúan por debajo de la media.

"Para que fuese un año normal, las precipitaciones deberían continuar en los meses siguientes: febrero, marzo... Abril cada año es diferente. Y llenando con esa tendencia alcista los embalses, se podría llegar a máximos que suele ser habitual en los meses de mayo o junio", ha explicado la jefa de Hidrología de la CHE, María Luisa Moreno. 

Y si esto se cumple se podría garantizar la campaña estival, aunque todavía es pronto para asegurarlo. Habrá que comprobar mes a mes cómo evolucionan los embalses, especialmente los de la margen izquierda.

Los regantes del Alto Aragón ya cuantifican cuánta agua necesitarían para una campaña sin restricciones. "Deberíamos meter dentro de nuestros embalses del orden de 350 hectómetros más de lo que hay ahora mismo. Pero en principio ya tenemos la experiencia del año pasado, un año que se inició con cupos y tuvimos que mantenerlos toda la temporada, vamos a ver qué nos depara la meteorología y en función de eso tomaremos decisiones", explica José Antonio Pradas, presidente de Riegos del Alto Aragón. 

Una meteorología óptima permitiría acumular agua en suelos, acuíferos y embalses y alcanzar el promedio de los últimos cinco años.