Tres décadas de inversiones en Teruel

Dinópolis, el Aeropuerto de Teruel, el Observatorio Astrofísico de Javalambre, Technopark y el Centro de Bioeconomía Rural son solo algunos de los numerosos proyectos -grandes y más modestos- que ha permitido poner en marcha históricamente el Fondo de Inversiones de Teruel (FITE), cuya convocatoria de 2021 firmarán este martes en la capital turolense el presidente de la Comunidad, Javier Lambán, y la nueva ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez. A los 1.054 millones de euros que el fondo ha destinado a la provincia desde su creación en 1993, se añaden este ejercicio 71,3 millones, 11,3 más que la cifra habitual, procedentes de partidas no ejecutadas en convocatorias anteriores.  

El nuevo programa de inversiones, que el Estado y el Gobierno de Aragón siguen dotando al 50%, contempla un nuevo proyecto estratégico del sector aeroespacial, una nueva línea para apoyar proyectos que tiene que ver con el turismo y con el deporte, y una partida para el nuevo macromatadero porcino, que generará un millar de empleos en Calamocha. Además, también hay sobre la mesa un nuevo centro de Protección Civil en la zona del Maestrazgo y se pretende dar un nuevo impulso al Museo de la Batalla de Teruel, además de seguir regando otros grandes proyectos de la provincia como Dinópolis. 

La rúbrica tendrá como novedades respecto a otros ejercicios la creación de una comisión de trabajo con agentes sociales y económicos de la provincia, y la puesta en marcha de una oficina de información en la Delegación Territorial de la DGA en Teruel, donde se hará un seguimiento pormenorizado de las inversiones.

El FITE, que supone el 1,5% del PIB turolense, fue creado en 1993 para compensar la exclusión de Aragón del Fondo de Compensación Interterritorial (FCI), al tener una renta per cápita superior al 75% de la media de la UE, a pesar de las desigualdades de Teruel respecto a Huesca y Zaragoza. En este tiempo, de la inversión total de 1.054 millones de euros, el grueso se ha enfocado en proyectos estratégicos y singulares. Entre ellos, estos: 

Aeropuerto de Teruel 

Pocos podían imaginar que Caudé albergaría un día el aeropuerto más rentable de España. Tras ocho años de continuo crecimiento, de obras y más obras a fuerza de quedarse pequeñas, las instalaciones de la infraestructura turolense se han convertido en el líder del estacionamiento, mantenimiento y reciclado de aeronaves, algunas de ellas pertenecientes a las mejores aerolíneas del mundo. Durante los peores meses de la pandemia, su campa se convirtió en un gran aparcamiento de aviones hasta el punto de que agotar los metros cuadrados disponibles. Ya está en marcha una nueva ampliación de 200 hectáreas para recibir más aparatos, entre ellos dos Airbus 380, así como la construcción de un hangar de pintura. La posibilidad de desarrollar tareas de mantenimiento y reparación en las aeronaves, que apuntan a ser empleos especializados de futuro y gran estabilidad, ha impulsado que los estudiantes de la zona se formen en la materia en ciclos que imparten centros como el Segundo de Chomón de Teruel. 

Dinópolis 

Dos décadas después de su apertura y tras sucesivas inversiones que superan los 30 millones de euros, el parque temático dedicado a los dinosaurios se ha convertido en otro de los proyectos con más repercusión a cargo del FITE, con más de 3,2 millones de visitantes y una media anual cercana a los 190.000 turistas. Combina la divulgación científica con el puro entretenimiento y la investigación de los numerosos yacimientos paleontológicos de la provincia. Ampliado posteriormente a Territorio Dinópolis, con sus centros satélites de Peñarroya de Tastavins, Galve, Rubielos de Mora, Castellote, Albarracín, Riodeva y Ariño, cuenta con recorridos temáticos, espacios museísticos, audiovisuales en 4D y cine en 3D y atracciones infantiles. La última inversión anunciada, de cinco millones de euros, servirá para sumar a su atractivo Mar Jurásico, un nuevo recorrido temático con varios simuladores de viajes submarinos. 

Centro de Bioeconomía Rural (CIBR)

En apenas tres años de vida, el CIBR de Teruel, ubicado en la Plataforma Logística de Teruel (PLATEA), se ha convertido en una de las sedes del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) y ha pasado a especializarse en el desarrollo de proyectos relacionados con la circularidad y la sostenibilidad, como el del servicio de análisis de calidad de la miel en todo Aragón, el del banco de semillas de variedades autóctonas del Bajo Aragón, los que buscan la mejora genética del melocotón de Calanda y de las razas ovinas autóctonas de la provincia, el que persigue el aumento de la calidad del jamón DOP Teruel o los que pretenden la recuperación y revalorización de las tierras abandonadas en los regadíos, entre otros.  

Technopark

El parque tecnológico TechnoPark MotorLand de Alcañiz nació con la idea de convertirse en un espacio de vanguardia en el que generar sinergias entre las empresas del motor y las universidades, y los centros de investigación, para impulsar la I+D+i, así como la realización de test, investigaciones y homologaciones en las propias pistas del complejo automovilístico, además de formaciones especializadas. 

Actualmente en sus 212.344 metros cuadrados, se encuentran operando empresas, fundaciones y laboratorios como Moto Engineering Foundation (integrada por Dorna, Anesdor y MotorLand), el instituto de UNIZAR Laboratorio del Impacto-13A, AEV (dedicada al estudio de vehículos y componentes), Magma Composites (desarrollo y venta de materiales compuestos), Wodisy ( dedicada a la diagnosis remota de vehículos) y Motocrosscenter (accesorios y equipamiento de motocicletas), entre otras muchas. En sus instalaciones son frecuentes las jornadas formativas especializadas en materias como la seguridad vial, los accidentes de tráfico, los rescates, el diseño de vehículos o el márquetin digital y también cuenta con espacios de 'coworking' `para emprendedores. 

Objeciones y mejoras

Existe un consenso generalizado en la conveniencia de la creación y el mantenimiento de este fondo. Cuestiones diferentes son la gestión que de él se ha hecho y el hecho de que los más de 1.000 millones de euros invertidos no han logrado detener el proceso de despoblación que vive la provincia desde hace dos décadas. En este tiempo, se han dejado sin ejecutar más de 85 millones de euros, de los que más de la mitad han podido ser reasignados o reprogramados para ejercicios posteriores. Asimismo, del estudio de los diferentes planes llevado a cabo por la Cámara de Cuentas de Aragón, el órgano fiscalizador ha apuntado la necesidad de acometer una serie de mejoras, la mayoría atendidas por sus responsables. Así, la Cámara recomendó recuperar su carácter plurianual, acotar el tipo de proyectos susceptibles de financiación para excluir los gastos de funcionamiento y corrientes, ampliar el plazo para justificar las inversiones, incluir criterios de seguimiento del impacto de los proyectos y no volver a destinar partidas a cubrir pérdidas de los proyectos en marcha. 

.