Baja natalidad, escasa cualificación o estigma social: las claves de la falta de relevo en muchos oficios

La falta de mano de obra está obligando a numerosas pequeñas y medianas empresas de la Comunidad, que forman entre el 80% y el 90% del tejido empresarial aragonés, a salir al extranjero a buscar trabajadores. Se achaca esta situación a la baja natalidad, la escasa cualificación, o el estigma social que aún hay sobre determinados empleos. Actualmente, hay una demanda "absoluta" de carpinteros, frigoristas, electromecánicos, soldadores, o camareros. Y eso, pese a las cifras de personas desempleadas, que superan las 54.000 en Aragón, y los 2,7 millones en toda España.

"Hay un problema serio de relevo generacional. Pequeñas empresas de menos de diez trabajadores, que hay muchas en Aragón, y muchas también son familiares, sus responsables, cuando adquieren cierta edad y se van a jubilar, no encuentran relevo", explica Pilar Burgués, responsable de Programas de Empleo y Gestión de Personas de la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) en Aragón, quien, al mismo tiempo, apunta las posibles causas: "Aparte de que puede haber una falta de interés por estos puestos, hay también un descenso de natalidad evidente. A eso se suma una mayor demanda de cualificación, o que los jóvenes ya no ven importante sacarse el carnet de conducir, lo que impide que puedan trasladarse a los polígonos industriales". 

Para Herminia Lombarte, directora de Adecco en Aragón, se trata de un problema "transversal" en cualquier sector. "En algunos casos es por problemas de formación, en otros porque no cubren los requisitos en un mercado cada vez más exigente. Hay una gran renuncia en toda la parte de la hostelería, que no es la primera opción para muchos candidatos; también en el sector agrario, que emplea en la Comunidad a unas 20.000 personas, hay una renuncia", subraya. 

La experta cree que, aunque Aragón cuenta con centros de formación "muy punteros e innovadores", los planes de formación son "siempre los mismos", por lo que ve imprescindible "escuchar al mercado y saber lo que se necesita". 

Cada vez se pide mayor cualificación. / Canva

Condiciones laborales mejorables

Sostiene Lombarte que las empresas también hacen un esfuerzo por tratar de ser más atractivas laboralmente: "Tratan de mejorar en temas de conciliación, o de teletrabajo, que es lo que la gente les pide. En el tema salarial, también tratan de hacer un esfuerzo, pero en el actual entorno inflacionista, no resulta sencillo". 

Por su parte, Carmelo Asensio, responsable de Empleo de CC. OO. Aragón, achaca el problema a las condiciones laborales. "Se manejan muchas cifras, a veces incluso creo que a voleo, sobre la falta de trabajadores en determinados sectores, pero quizá lo que falta son buenas condiciones laborales", explica, y pone de ejemplo el sector de la hostelería. "La hostelería necesita una cualificación, y tira mucho de temporales, jóvenes que trabajan en fin de semana o periodos concretos, que no están suficientemente formados. Pero no es ese solo el problema, ya que se trata de un sector donde es muy complicado conciliar vida laboral y familiar, y los salarios no están para tirar cohetes", matiza. 

Esta falta de capital humano está obligando a muchas empresas a no poder avanzar y empobrecerse, según sostiene la responsable de Programas de Empleo y Gestión de Personas de Cepyme Aragón, quien comenta: "Muchas empresas se ven obligadas a mejorar las condiciones, igual ya no económicas, pero sí de mejora de horarios o de calidad de vida; pero algunas, por sus condicionantes, porque trabajan, por ejemplo, a turnos, tienen menos margen". 

Lo que sí valoran mucho las empresas en estos momentos, como explica Pilar Burgués, es el compromiso de los empleados, ya que hay "mucha rotación de trabajadores, que se mueven de una empresa a otra". 

Toda esta situación lleva a muchas empresas, indica la experta, a buscar "mano de obra a otros países, como Rumanía". Algo que podría resolverse, apunta, si se introduce la mujer en estos sectores profesionales. "Son empleos hasta ahora muy masculinizados. Pero si la mujer, que es el 50% de la población, y teniendo en cuenta que hay más desempleo en ellas, se interesasen por estos oficios, podríamos un poco paliar la demanda", reflexiona.

Muchas empresas buscan mano de obra en el extranjero. / Canva

Sectores estigmatizados

Otro de los problemas que provoca la falta de trabajadores en numerosos oficios es el estigma social que sigue habiendo hacia muchos de ellos. "Todo lo que es carpintería, electricidad o albañilería tiene muchas salidas, pero hay ciclos formativos que no se cubren por el estigma social que tienen, pese a que son profesiones tan dignas como cualquiera, y pueden estar muy bien retribuidas", apostilla el responsable de empleo de CC. OO., quien lamenta que la Formación Profesional se concibe en ocasiones como un cajón desastre de quienes han fracasado en los estudios. "No tiene que ser así, y allí sí tenemos un problema que no está suficientemente reconducido", arguye.  

Para la directora de Adecco en Aragón, se trata, en este aspecto, de un tema social y de las familias: "Muchos padres siguen teniendo la percepción de que es preferible que el hijo o hija haga una carrera universitaria mientras pueda o tenga capacidad. Nosotros damos muchas charlas en institutos y colegios, y vemos que muchos chavales optarían por otras salidas, porque en ese momento vital no les apetece meterse en una carrera", detalla. 

Finalmente, la experta considera prioritario promocionar las FP y los oficios, así como que las empresas ayuden a crear y desarrollar los perfiles que necesitan, lo que requiere "formación, recursos e innovación", concluye.