Cepyme denuncia que el año pasado desaparecieron más de 5.000 empresas en Aragón

La organización empresarial Cepyme Aragón ha advertido de que en 2023 la Comunidad ha perdido 5.423 empresas respecto al año anterior. La gran mayoría, el 96,3% de ellas, son autónomos o empresas sin asalariados, por la difícil financiación o uso del crédito y por los costes laborales de contratación. Su presidenta, María Jesús Lorente, ha presentado este martes en rueda de prensa los datos empresariales de Aragón, que en los últimos tres años ha perdido 6.729 empresas al pasar de 90.682 en 2020 a 83.953 en 2023.

"Tenemos que ayudar a estos autónomos o empresas sin asalariados para que se conviertan en pequeñas empresas y puedan soportar cualquier vaivén económico mucho mejor. De las empresas desaparecidas, 5.200 son autónomos unipersonales y 200 son empresas con uno o dos trabajadores", ha explicado Lorente quien ha estado acompañada por los vicepresidentes de la entidad, Benito Tesier y Fernando Luna.

Lorente también ha señalado que la subida del Salario Mínimo Interprofesional del 54%, los costes energéticos, la crisis de los materiales y el incremento de las cotizaciones sociales también han influido en la desaparición de las empresas. Por eso, desde Cepyme Aragón han pedido al Gobierno de España que sea "objetivo y tenga en cuenta el diálogo social y el territorio" a la hora de tomar medidas, de tal forma que "trate de manera distinta a comunidades como Aragón y no ponga barreras, pero sí ayudas a las micropymes". "Se está produciendo una desigualdad importantísima entre grandes y pequeñas empresas. Las primeras siguen creciendo y teniendo beneficios, pero las pequeñas trabajan, en muchos casos, con un margen muy escaso e incluso a pérdidas", ha criticado.

La presidenta ha interpelado directamente a la Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, a que "sea valiente y no dé la espalda al diálogo social y a los agentes sociales como UGT, Comisiones Obreras, Cepyme y CEOE" porque "no se pueden tomar decisiones de salario o reducción de jornada sin tener en cuenta el territorio y el tamaño de cada empresa". La reducción de la jornada laboral a 38,5 horas "preocupa" a la organización empresarial: "Vuelve a saltar por los aires el marco de diálogo social que en Aragón generar paz social y hace posible que se venga aquí a invertir y generar empleo".

Por su parte, el vicepresidente de Cepyme Aragón y presidente de la FEMZ, Benito Tesier, ha sostenido que el "círculo virtuoso" de una empresa se consigue cuando hay competitividad y, por lo tanto, "se debe construir un marco jurídico estable y una certidumbre en las políticas y proyectos futuros de Aragón". "Sentimos que trabajamos en sintonía con el Gobierno autonómico, pero a nivel nacional creemos que la turbulencia y la inestabilidad que corresponde a ideologías o intereses particulares se están mezclando con las cosas de comer, que sí son serias", ha asegurado.

También el vicepresidente de Cepyme Aragón y presidente CEOE-Cepyme Huesca, Fernando Luna, ha señalado que en esa provincia "no hay productividad, pero sí una competitividad mala o nula y un futuro difícil e incierto de cara a trabajar con otras regiones o en la exportación". Ha remarcado que la provincia de Huesca necesita: "Una formación adaptada a las necesidades, una mano de obra experta, una ayuda social en momentos puntuales y una administración que aminore y facilite la burocracia, el acceso al crédito y ponga a la empresa en el centro y no en la diana". 

En la actualidad, Aragón cuenta con 116 grandes empresas, 597 medianas empresas, 3.644 pequeñas empresas y 79.596 micropymes, de las que 43.013 son trabajadores autónomos o empresas sin asalariados. Cepyme Aragón ha recordado que el 29% de las empresas todavía registra pérdidas, 4,4 puntos más que antes de la pandemia, a pesar de que las pymes generan siete de cada diez empleos en Aragón.