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EMPLEO

La falta de relevo generacional acaba con 682 pequeños comercios en Aragón

Ferretera Aragonesa y Abalorios Zaragoza son dos ejemplos de negocios que echarán el cierre por la falta de nuevo personal

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Fachada de Ferretera Aragonesa, que echará el cierre este mes.

"Si estas tiendas desaparecen, va a desaparecer un contacto muy grande entre dependiente y cliente". Es el lamento de una zaragozana al enterarse de que Ferretera Aragonesa echa el cierre. La razón: los socios del negocio no han encontrado a nadie que les releve. Tras 98 años dando servicio en pleno centro, el 30 de agosto la tienda pasará a ser historia.

"Sí hay trabajo y se puede trabajar. Pero si no se ayuda a la gente más joven, como comprenderás, estamos condenados. Sucesión no hay y gente interesada tampoco", lamenta José Binaburo, copropietario de la empresa.

No es una situación aislada. Según la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos de Aragón, en el último año se han perdido 682 comercios de este tipo.

Narciso Biezma es otro ejemplo. Después de una vida dedicada a la bisutería, sus manos se jubilan. Biezma es dueño de Abalorios Zaragoza, un comercio que emprendió hace 40 años. Ahora busca un relevo que, de momento, no encuentra. "Si no lo consigo tendré que cerrar y se acabará la historia de Abalorios. Que alguien lo coja y siga con lo que fue el comienzo de esta historia", reclama. 

Mejor suerte ha tenido la zapatería Carrile, en la capital aragonesa. La segunda generación consiguió que este negocio no sólo perdurara, sino que también creciera, como cuenta Javier García, gerente del negocio: "En nuestro caso, a mi hermana y a mí, nos gustaban mucho los zapatos y nos gustaba el negocio. Lo llevábamos en el ADN".

En Aragón, el número de autónomos que tienen un comercio desciende en el último año y, además, su tejido envejece. Un panorama que obliga a muchas tiendas a bajar la persiana para siempre.