Publicidad
DANZA

Julia Romero: “Actuar con Rigoberta Bandini en Zaragoza es un regalo”

La bailarina zaragozana se unió al equipo de la cantautora hace tan solo unos meses y ya ha actuado en algunos festivales de la gira. Reconoce que está siendo una experiencia "muy gratificante"

RAQUEL PLOU /
icono foto Imagen de Julia Romero.

La bailarina zaragozana Julia Romero viene pisando fuerte. Hace tan solo unos meses entró a formar parte del cuerpo de baile de la artista Rigoberta Bandini, que el próximo 23 de diciembre celebrará el último concierto antes de retirarse de los escenarios, y lo hará en la sala Multiusos del Auditorio de la capital aragonesa. Con tan solo 24 años, Romero ha actuado frente a miles de personas y ha interpretado una de las canciones más populares del año, cuya connotación se ha convertido en todo un himno de la lucha feminista, ‘Ay, mamá’. 

Esta bailarina lleva estudiando danza clásica toda la vida. Ha pasado por el Conservatorio Profesional de Danza de Zaragoza, por el Centro de Danza Antonio Almenara, por la escuela ResisDance, donde se formó en baile contemporáneo, y, brevemente, también por la compañía aragonesa LaMov, en la que confiesa haber aprendido mucho. Hace tres años puso rumbo a Barcelona para dedicarse a este arte de manera profesional y, actualmente, completa sus estudios en el Instituto de Teatro de Barcelona

Ha colaborado con las prestigiosas coreógrafas Raquel Klein o Candela Capitán y está empezando con sus propios proyectos. Tiene un dúo que se llama ‘The mis$education’ y acaba de sacar un vídeo en el que ha creado y dirigido una coreografía sobre la canción de Rosalía, ‘Hentai’. 

Cuando tuvo la oportunidad de presentarse a un casting para bailar junto a la cantante Paula Ribó -más conocida como Rigoberta Bandini-, no lo dudó ni un segundo. “Me presenté y pasé la selección. Lo único que no soy bailarina principal, soy ‘cover’, es decir, soy sustituta por si alguna bailarina falla. Tengo que estar preparada siempre por si hay una posición que hace falta cubrir, por lo que me tengo que saber siete coreografías diferentes”, explica. Además, Romero tiene que adaptarse a diferentes géneros musicales porque los temas de la artista catalana son muy variados –pop, 'reggaeton', 'dubstep' o ritmos electrónicos–.

Julia,  tercera por la derecha, junto a las demás bailarinas de Rigoberta Bandini / Julia Romero.

Desde su incorporación al equipo en abril, ya ha tenido la ocasión de participar en varios festivales de la gira, como el ‘Primavera Sound’ de Barcelona, el ‘Warm Up’ de Murcia o el ‘O Son do Camiño’, de Santiago de Compostela. También lo hará en el concierto de su ciudad natal, Zaragoza. “Ya me han confirmado que podré hacer ese bolo. Me hace mucha ilusión. Al final ves que todo el trabajo que has hecho tiene su recompensa. Es un regalo”, apunta, y declara, entre risas, que todos sus familiares y amigos ya están comprando las entradas para no faltar a la cita.

Para ella, esta experiencia está siendo "muy gratificante" y distinta de lo que suele hacer. “Bailar con una banda es bailar en otro tipo de escenarios, con una energía diferente. La gente no está igual en el teatro que en un concierto. Y la sensación de no ver las cabezas de la última fila es muy fuerte”, señala.

De hecho, asegura que se le pone la piel de gallina cuando se mete en el papel de “Ay, Mamá”, canción finalista del Benidorm Fest, donde se eligió la representación española en el Festival de Eurovisión 2022. “Es muy épica. Tiene un mensaje potente y sentir el subidón de la gente es algo muy bonito”, matiza; pero, a la vez, reconoce sentir una gran responsabilidad con el público

Respecto al equipo, confiesa que tanto la cantante como los bailarines son gente trabajadora y divertida con la que da gusto trabajar: "Siempre hay buen rollo”.

Julia junto al resto del equipo de Rigoberta Bandini en un concierto / Julia Romero.

Sin embargo, actuar encima de un escenario no es fácil. Según Romero, su día a día es “intenso” y su profesión, “muy exigente”: “Requiere dedicarle muchas horas. Necesitas elasticidad, fuerza, técnica. Tienes que saber improvisar y dominar muchos recursos. También es muy importante la parte intelectual. Un cuerpo no se mueve si una cabeza no le sabe guiar. Así que es un trabajo físico, pero también muy teórico”. 

Esta zaragozana asegura que los esfuerzos que realiza en el día a día le compensan y que seguirá dando lo mejor de sí misma en cada coreografía que se le presente. “Es algo pasional, vocacional, que desde muy pequeña me gustó. Estoy feliz”, concluye.