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TRASHUMANCIA

Más de 140 yeguas y sus potros bajan de las montañas del valle de Tena para pasar el invierno

Se trata de un largo camino trashumante que alejará a los animales de las nevadas y las bajas temperaturas que se avecinan. Cuando llegue el verano subirán de nuevo a puerto

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Yeguas y sus potros son conducidos a tierras bajas ante el inminente invierno.

El invierno está a punto de llegar y este fin de semana más de 140 yeguas y sus potros bajan de las montañas del valle de Tena para regresar a tierras bajas. Un largo camino trashumante que les alejará de las nevadas y las bajas temperaturas que se avecinan. Cuando llegue el verano, subirán de nuevo a puerto.

A los pies de Peña Telera, en pleno Pirineo oscense, son reagrupadas las yeguas y potros que durante meses han estado pastando en libertad, en un entorno único. Se trata de una de las caballadas más numerosas de Aragón, que durante el fin de semana se traslada a la zona de Oroel, en Jaca (Huesca), lejos de las copiosas nevadas del invierno. Para ello, su propietario, otros jinetes y voluntarios les acompañan en esta espectacular trashumancia de unos 60 kilómetros, que lleva 25 años realizándose.

"Ahora, las bajamos otra vez a la pardina en la zona de Oroel, que nos dura tres días en cabañera, y allí se quitan los potrillos, se les serrean, se mira lo que hacer y ya van a la pardina y están todo el invierno limpiando. Son los mejores retenes que hay, porque están día y noche comiendo, prácticamente", indica el ganadero Alfredo García.


Las yeguas y los potros son conducidos a tierras bajas.

Con 142 cabezas, es una de las caballadas más numerosas de Aragón. García lleva más de 25 años haciendo este camino trashumante, al que cada vez se suman más voluntarios para ayudarle. "Yo tengo caballos también y le ayudo a Alfredo porque tenemos amistad y me gusta mucho los caballos", relata un voluntario, mientras que otro indica: "Es algo que hacían nuestros antepasados y creo que debería seguir, que no se debería perder". 

Se trata de todo un espectáculo en pleno otoño, que se repetirá en sentido contrario cuando llegue el verano y regresen a pastar en libertad.