Los expertos piden apoyarse en la ciencia y avisan que los fenómenos meteorológicos extremos van a ir a más

Una primavera muy seca, un mes de junio mucho más lluvioso de lo normal y un verano con episodios extremos, tanto de tormentas como de calor. Es el 'tiempo loco' que se ha vivido los últimos meses en Aragón y que ha hecho cumplir esa coloquial expresión tan habitualmente escuchada en la calle. Este año, casi ninguna estación meteorológica ha mantenido invariables sus características, y los expertos piden apoyarse en la ciencia porque la previsión es que los fenómenos meteorológicos extremos vayan a más.

"Igual hace frío que calor", "casi es preferible no salir a la calle" o "en mi pueblo hemos estado a 38 grados en agosto, eso no es normal" son algunos de los comentarios de vecinos de Zaragoza que se han podido escuchar estos días en la calle. Un vecino zaragozano ha narrado cómo en su su casa llegó a estar en verano a más de 30 grados. En Aragón se han registrado por primera vez este verano mínimas de 25 grados. 

La sensación en la calle coincide con los estudios científicos. Por eso, los expertos proponen planificar lo que sí depende del ser humano con el fin de evitar tragedias. Defienden las predicciones de organizaciones especializadas como la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y el envío de avisos a la población como hacen, por ejemplo, en Estados Unidos con los huracanes. 

"En Zaragoza hemos comprobado que un incremento del 30% de arbolado reduce hasta un 30% la temperatura. Es decir, debemos pensar en ello sobre todo si de cara al futuro tenemos un incremento de temperaturas con el cambio climático", propone a este respecto el geógrafo de la Universidad de Zaragoza, José María Cuadrat.