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RESERVAS HIDRÁULICAS

Las lluvias de los últimos días dejan los embalses al 39% de su capacidad, aunque sigue sin ser suficiente

La situación de los pantanos de la cuenca del Ebro no pone fin a los problemas de escasez de agua, ya que siguen estando por debajo de la media por estas fechas, que se sitúa en el 60%

ARAGÓN NOTICIAS /
Foto de archivo del embalse de Barasona.
icono foto Foto de archivo del embalse de Barasona.

Las precipitaciones de los últimos días, especialmente desde el jueves 8 de diciembre, han caído como 'agua de mayo' para los embalses aragoneses, que llevan meses en una situación crítica por su escaso volumen. Ha llovido de forma generalizada en todo Aragón, con especial intensidad en el Pirineo y el prepirineo, y además se han registrado importantes nevadas -en puntos como la Selva de Oza, Candanchú o Pineta se recogieron hasta 50 litros por metro cuadrado en la jornada del jueves-. Tras estas lluvias, la reserva de agua embalsada es de 3.119 hectómetros cúbicos, lo que representa un 39% de la capacidad total de embalse de esta cuenca.

Pese a que la cifra es superior a la registrada hace un mes, cuando las reservas se encontraban al 35% de su capacidad, en líneas generales no pone fin a los problemas de escasez, ya que hace justo un año, los embalses se encontraban al 59% de su capacidad total y el promedio de los últimos cinco años (del 2017 al 2021) fue del 60%. 

Desde la Federación de Comunidades de Regantes de la Cuenca del Ebro valoran estas precipitaciones, pero consideran que no son suficientes. "Mirando los datos y hablando con los sistemas de riego se puede decir que prácticamente la situación no ha mejorado mucho, los embalses han mejorado entre un 5% y un 8%", indica el presidente de la federación, César Trillo. 

La situación es peor en la margen izquierda del Ebro. El embalse de Mediano se encuentra ahora al 33,8% de su capacidad, mientras que el día 6 de este mes se encontraba al 31% y el 25 de noviembre, al 29,1%. También ha crecido el volumen del pantano de Yesa, que ha pasado de estar al 16,33% de su capacidad a finales de noviembre a rozar el 21% en la actualidad.

Mejor estado refleja la margen derecha, donde los embalses se encuentran al 56% de su capacidad máxima, cinco puntos por encima que hace un año. El de la Tranquera está al 50,4% de su capacidad, dos puntos por encima que hace menos de una semana y dentro de la media de los últimos diez años. Sin embargo, para César Trillo, a estas alturas del año para que la situación fuera positiva, deberían estar "entre el 70% y 80% de su capacidad". Pero prefiere no ser muy pesimista: "Todavía queda invierno y parece que vienen unos meses de enero y febrero lluviosos, aún queda tiempo y ya veremos". Desde la Confederación Hidrográfica del Ebro también mantienen una nota de optimismo, ya que aseguran que "todavía es pronto" y hay "margen para que la situación mejore". 

Previsiones para la próxima campaña

De cara a la próxima campaña de riegos, los regantes se preparan para una situación delicada, similar a la del año pasado. El año hidrológico 2021-2022 en la cuenca del Ebro se cerró a finales del mes de octubre con reservas inferiores a la media de los últimos cinco años. En muchos sistemas, como el de Bardenas, Aragón o Riegos del Alto Aragón sufrieron ajustes. "Creemos que la próxima campaña de riegos será peor que la anterior a no ser que venga una primavera muy buena de lluvias. La campa​ña de riegos empieza a principios de marzo y en todos los sistemas la previsión es que se empiece con cupos severos", valora Trillo. 

El pasado año estuvo marcado por las crecidas extraordinarias de diciembre de 2021 y la sequía prolongada de este verano. En la actualidad, los embalses reflejan la reducción de las aportaciones por las bajas precipitaciones durante parte del invierno, casi toda la primavera y el verano. En el cómputo general, las reservas de los embalses terminaron el año hidrológico -que se cierra el 30 de septiembre- al 37%, un valor inferior a la media de los últimos cinco años, que era del 53%.