La Comunidad de Regantes del Alto Aragón comienza la temporada pendiente de la reserva hídrica

La Comunidad de Regantes del Alto Aragón ha arrancado este sábado la temporada de riesgos, después de que hace unos días lo hiciera el Canal de Aragón y Cataluña. Una campaña no exenta de incertidumbres por la evolución meteorológica y, por tanto, de las reservas de agua, que pueden condicionar los resultados de la producción agrícola. 

En la localidad oscense de Sariñena, el agricultor Tomás Montesa ha revisado este sábado los aspersores y ha puesto apunto los desagües para no perder ni una gota de agua, ya que con los metros cúbicos que tiene asignados debe planificar minuciosamente la campaña. "Tenemos cubierto con esos cupos, casi, casi cubiertos, pero quizá nos falte un 10% de agua para los cultivos que tenemos nosotros preparados". 

La escasez de agua redujo el año pasado un 30% las cuentas a Montesa, y este comienza peor, ya que en sus 100 hectáreas no ha podido sembrar más maíz o alfalfa. Este agricultor resalta que ha optado este año por un cultivo que exige menos riego: "La decisión que hemos adoptado ha sido sembrar más del 60% de la explotación de cebada, y estaremos esperando a cómo se recuperen los embalses para, después, llegando mayo o junio, si se han recuperado, hacer algo de segunda cosecha. No es el mismo rendimiento". 

Una situación que se repite en toda la Comunidad de Riegos del Alto Aragón por el bajo nivel de los embalses. "Es una campaña atípica. Venimos de una campaña que ya tuvimos problemas, que se quedó sin poder sembrar entre un 25% y un 30%, y esta campaña, pues, después de una mala, venir otra mala, pues puede ser peor", admite Francisco Orús, vicepresidente de Riegos del Alto Aragón.

Comunidad de Bardenas

El próximo lunes comienza la campaña de riegos la Comunidad General de Regantes del Canal de Bardenas, y lo hará de forma progresiva y con cupos anticipados, ya que se prevé una campaña complicada debido a la sequía, que se prolonga por tercer año consecutivo, y que se manifiesta en el caudal de los pantanos de la Cuenca del Ebro. 

En estos momentos, los embalses de la Cuenca del Ebro acumulan 4.565 hectómetros cúbicos de agua. Es un 58,4% de su capacidad total, una cifra que es un 6% inferior a la registrada hace justo un año, y un 13% menor a la media de agua embalsada de los últimos cinco años. Estas provisiones podrían aliviarse con las lluvias de primavera.