La brecha salarial se sitúa en el 24% en Aragón, aunque se ha reducido casi a la mitad en una década

Trabajar las mismas horas, en un mismo puesto y con las mismas opciones de promoción para poder ganar lo mismo. Es el escenario ideal que todavía está lejos para las mujeres. En Aragón, el salario medio anual de una trabajadora debería incrementarse un 24,06% para igualar al de un hombre, una cifra similar a la que estima la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que cifra en un 20% esa diferencia en el mundo. Este lunes se celebra el Día Internacional de la Igualdad Salarial, para cuya consecución en los últimos años se ha recorrido un gran camino.

Esta brecha que separa a hombres y mujeres en el plano laboral se mantiene por la precariedad de los puestos que se ofrecen a ellas, la dificultad de ascenso, el lastre que supone muchas veces la maternidad y la dificultad para conciliar. De hecho, el último informe 'Global Gender Gap 2022' del Foro Económico Global mantiene que si la igualdad de hombres y mujeres continúa avanzando a la velocidad actual, todavía tendrían que pasar 132 años para alcanzar la paridad total. 

Con todo, en la última década se ha reducido notablemente la diferencia entre ambos sexos en el plano laboral. En 2012, un hombre cobraba un 42,81% más que una mujer, reduciéndose casi a la mitad actualmente. "Se ha mejorado, pero la situación de precariedad en el mercado es fundamentalmente de ellas, cobran menos, son las que mayoritariamente trabajan a tiempo parcial y es sobre las que recaen los cuidados", señala la secretaria de Igualdad, Juventud y Movimientos Sociales de UGT Aragón, Medea Gracia. De hecho, el 88% de las excedencias por cuidado de un hijo las piden las mujeres, según datos del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social. 

Solo uno de cada tres puestos en juntas empresariales lo ocupa una mujer

Detrás de esos datos está, además de la costumbre histórica y social de que son ellas las que  ejercen el rol de cuidadoras, el hecho de que en una pareja, el que cobra un salario inferior suele ser el que reduce su jornada para conciliar, siendo mayoritariamente la mujer la que cumple con esa pauta. "Eso afecta a sus ganancias económicas, pero también a una reducción en las posibilidades de conseguir una promoción laboral al estar ausente", recalca Sonia García, secretaria de Igualdad y Política Social de CC.OO. en Aragón.  

Es precisamente en cargos directivos o puestos de responsabilidad donde más palpable es la desigualdad. Prueba de ello es que solo una de cada tres personas de las juntas empresariales son mujeres (32,60%) en España, según estima el Foro Económico Global.

Para acabar con esa discriminación, muchas empresas optan por hacer sus procesos de selección "a ciegas". En eso colabora la experta zaragozana en Recursos Humanos de la empresa Más Humanos, Rita Monreal: "Nuestros currículum se envían sin nombre ni foto, son ciegos. Eso permite que la elección y el descarte se haga 100% en base a los méritos".

Las mujeres trabajan gratis 47 días al años respecto a los hombres

"El problema llaga en la última entrevista, donde se negocia el salario. Las mujeres suelen conformarse con menos sueldo si a cambio tienen una mejor conciliación. En el caso de ellos, al contrario. No tienen en cuenta, muchas veces, la conciliación, bien porque no la valoran o porque no la necesitan", expone.  Según Eurostat, las mujeres de la Unión Europea (UE) trabajan gratis 47 días al año con respecto a los hombres. "El sueldo de los hombres en puestos elevados suele complementarse con pluses que valoran la disponibilidad, el poder viajar, etc. y eso las mujeres, si son las que cuidan y las que restringen su jornada, no lo van a cobrar", subraya García. 

Por ese motivo, no vale solo con implementar planes de conciliación en las empresas, es esencial que se imponga la corresponsabilidad. "Eso afecta a ambos, no solo a las mujeres. Se trata de favorecer e impulsar que los hombres también cumplan con sus permisos de paternidad y por temas relacionados con sus hijos", demanda Medea Gracia.

Esa diferencia en la corresponsabilidad se deja notar también en el tipo de contratos que firman unos y otros. La brecha se acentúa con la temporalidad. En la Comunidad, un 27,14% más de trabajadores que trabajadoras tienen un contrato estable, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Esto implica que ellos ganan 28.256 euros, frente a los 22.224 de ellas. "Esto se debe a que los hombres tienen una carrera profesional más larga y estable, lo que les favorece a la hora de lograr ascensos y promociones", asegura la secretaria de Igualdad de CC.OO..