"Trabajamos con la hipótesis de que hubiera alguien con vida sepultado bajo los escombros"

La Unidad de Guías Caninos de los Bomberos de la Diputación Provincial de Zaragoza acude ante cualquier desgracia en busca de supervivientes o en caso de personas perdidas. El pasado martes, también se desplazó a Teruel tras el colapso del edificio de viviendas de la calle San Francisco, ante la posibilidad de que hubiera alguien atrapado con vida bajo los escombros. Mientras, se está a la espera de que comiencen las labores de desescombro y continúa el realojo de las familias afectadas. De momento, a cuatro de ellas les han dado una solución a medio plazo. 

"Los compañeros de Teruel nos mandaron primero información e imagen, y vimos desde el principio un cono de escombros bastante disgregados, es decir, muy rotos, con pocas posibilidades de encontrar huecos, y fuimos con cierta tranquilidad cuando nos dijeron que creían que no había nadie dentro. No se echaba a nadie en falta, pero seguían teniendo intranquilidad, con lo que, tras una primera inspección visual, procedimos a trabajar con los animales", ha indicado Florencio Pascual este lunes en el plató del programa Buenos Días, de Aragón TV, junto a Luqui, uno de los perros que trabajaron en el edificio derrumbado. 

Como ha explicado Pascual, llevaron a cabo una labor de "descarte", al tiempo que ha señalado: "Siempre que hay una ligera duda por distintas circunstancias, se realiza la labor como si hubiera alguien sepultado. Si el perro no marca, damos por finalizado el servicio y determinamos que no hay nadie sepultado con vida". 

El bombero ha resaltado que la labor de Luqui y sus compañeros es la de encontrar personas con vida, algo para lo que están entrenados. "Hay distintas disciplinas y especialidades; perros que pueden buscar sustancias, otros que pueden buscar explosivos, o billetes de curso legal, así como perros que pueden buscar cadáveres y perros que pueden buscar personas vivas". 

A la espera de las labores de desescombro

Por otro lado, en la capital turolense se está a la espera de que comiencen las labores de desescombro de los restos del edificio que se derrumbó en el número 21 de la calle San Francisco. Unos trabajos que servirán para determinar cuáles fueron las causas que provocaron la caída del inmueble. 

También los afectados esperan a esos trabajos, que se realizarán con medios manuales con el fin de que permitan la posibilidad de recuperar objetos personales. 

Mientras, continúa el realojo de las familias afectadas. Para cuatro de ellas ya se ha encontrado una solución a medio plazo, mientras que otras cuatro siguen a la espera en el albergue de San Nicolás. También se trabaja para encontrar una vivienda para las otras 13 familias que están alojadas con otros familiares o allegados.

Los afectados han agradecido que se estén dando pasos para la reubicación, y para aclarar las causas del suceso, pero piden celeridad. Además, han solicitado al Ayuntamiento que designe un interlocutor municipal para centralizar y priorizar todas las gestiones, según ha indicado Javier Carbó, portavoz de los afectados: "Que de alguna manera sirva para todo: para hablar del tema de viviendas, para hablar del tema de trabajos que se están realizando, las actuaciones. En fin, que tengamos esa línea directa de comunicación y evitemos la burocracia".