La subida del precio de los materiales deja 35 obras públicas desiertas en Aragón en lo que va de año

La subida del precio de los materiales ha dejado 35 obras públicas desiertas en Aragón en lo que va de año por un importe de más de 13,5 millones de euros. El coste de los proyectos se ha disparado, de media, un 30%, así que las contratistas han dejado de presentarse a los concursos porque, según explican, no les salen las cuentas. Esto además pone en riesgo decenas de empleos, por eso reclaman una actualización de precios y rebajas de algunas de las tasas que tienen que pagar por cada proyecto.            

Un ejemplo de ello es la obra del puente de la Equivocación, en Teruel, que ha salido a licitación varias veces. Al final será una empresa pública la que ejecute los trabajos después de que la última constructora abandonara el proyecto porque el coste se había disparado. En el sector reconocen que, con el escenario actual, les compensa más no acabar una obra y pagar la multa que terminarla.

"Como los trámites administrativos desde la redacción a la licitación son muy amplios y puede costar un año y medio, puede haber, de hecho lo hay, un desfase terrorífico y llegado a ese momento el precio no valía", ha explicado Luis Gamón, presidente de la Agrupación de Contratistas Aragoneses de Obras Públicas.   

De hecho, hay materiales, como el acero, que se han encarecido un 400% y estos sobrecostes los tienen que asumir las contratistas.

Las empresas de construcción reclaman rebajar algunas tasas

Las constructoras sostienen que los decretos de revisión de precios han sido una ayuda, pero lamentan que no obliguen también a las entidades locales. Por eso, las empresas del sector reclaman rebajar algunas tasas. "Se pidió una revisión de precios, pero nos hicieron caso omiso, nos dieron la espalda a los contratistas con pérdidas brutales que no han compensado y nos han dejado en una situación muy complicada", ha detallado Pablo Ruiz, director general de Inobare y presidente de la Fundación Laboral de la Construcción.  

A los contratos poco atractivos se suma la falta de personal y eso hace que los concursos acaben quedando desiertos. "¿Qué reivindicamos? Que pongan precios altos. Si nos ponen precio que tiene mucho margen, como hay competitividad haremos que el precio sea el del mercado y ahora hay tendencia en Aragón y en toda España a poner precios justitos", ha detallado Luis Gamón.