El busto de San Lorenzo, encargado en 1397 por el Papa Luna, ya luce restaurado en la Seo

El busto de San Lorenzo, ubicado en La Seo de Zaragoza, ya está restaurado. Podrá verse en detalle en una vitrina de la catedral durante unas semanas. Después, volverá a su lugar, el retablo mayor junto a las tallas de San Valero y San Vicente. Los tres forman un conjunto de piezas que el Papa Luna donó a la catedral a finales del siglo XIV.

"Son obras artísticas de primordial categoría y de mucha importancia para la catedral porque son relicarios. Contienen unas reliquias que están expuestas a la devoción pública", ha señalado este viernes en la presentación al público del busto el director-conservador del patrimonio artístico de las catedrales, Ignacio Ruiz.

La figura del mártir, en concreto, guarda parte de la mandíbula de San Lorenzo. La forma de su cara, su expresividad y su historia dejan entrever que la imagen podría estar inspirada en un físico real, como ha explicado la directora general de Patrimonio del Gobierno de Aragón, Marisancho Menjón: "Ninguno de los tres tiene una cara estándar. Tienen unos rasgos que uno no se imagina y los hace, sino que reflejan una personalidad".
La talla es de madera, bañada en plata, pero de color dorado, por una amalgama de mercurio. Se ha restaurado dentro de la catedral para no alterar la humedad y la temperatura. Para ello, se ha desmontado la pieza al completo".

Un trabajo de restauración que ha financiado el Gobierno de Aragón y que ha costado 5.000 euros. La labor ha sido más sencilla de lo esperado, gracias al trabajo hecho por los creadores de la pieza. "Por suerte, los antiguos artífices ya numeraban las partes. Tiene todo tipo de marcas y de escisiones para saber cómo hay que volver a montarla. Incluso los tornillos", ha indicado la restauradora, Susana Navarro.