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CULTURA

Día de las librerías en Aragón: entre las novedades literarias, los grandes cásicos y las obras olvidadas

Los libreros reivindican su figura como prescriptores: "Pocos clientes nos han dicho que no les ha gustado lo que les hemos recomendado"

T. P. A. /
icono foto Interior de una librería.

Abrir la puerta de una librería es hacerlo a un mundo infinito de historias y vidas en las que sumergirse, al menos durante el tiempo que se tarda en leer sus páginas. Este sábado celebran su día y lo hacen, como no puede ser de otra manera, ofreciendo a los lectores nuevos libros que devorar, estudiar y consultar. Como bien dicen los libreros, "no hay dos clientes iguales", como tampoco librerías. En Aragón hay decenas de locales dedicados a la literatura, algunos temáticos, otros especializados en géneros o incluso en autores y épocas

Desde 1988, la Librería Anónima es uno de los principales faros que guían a los lectores oscenses. En un espacio limitado, Chema Aniés recopila y expone las últimas novedades literarias, que comparten estanterías con autores aragoneses. "La gente que viene es lo que hace especial a nuestra librería, también los que participan en las actividades que organizamos", comenta. 

Su trabajo diario va más allá de la venta y catalogación, requiere de un toque especial para saber leer a sus clientes y ayudarles a elegir el libro que mejor se adapta a sus gustos: "No hay dos personas iguales. El trato es individualizado, como en una farmacia, donde la misma receta no vale para dos personas. Aquí sucede lo mismo". 

"A veces, el libro te llama y hay que hacerle caso"

Preguntar al librero antes de seleccionar las páginas que van a ocupar parte del tiempo del lector es esencial. "A veces, el libro te llama y hay que hacerle caso", señala María Luisa Perruca, librera en Senda Perruca, una de las librerías con más solera de Teruel.

Ubicada en la calle Amantes, no podía ser que menos que un espacio dedicado a la difusión de las obras de escritores turolenses y aragoneses. "Somos generalistas, pero ofrecemos un amplio fondo de temas de aquí", mantiene esta turolense, que pone su experiencia a disposición de todo el que cruza su puerta: "Siempre hay que preguntar a las libreras. Invitamos a cambiar el género de lectura y la gente se lleva una grata sorpresa".

Un consejo que han puesto a prueba a lo largo de los años con bastante éxito: "Pocos clientes nos han dicho que no les ha gustado lo que les hemos recomendado". 

Aunque lo más habitual es acudir a una librería en busca de los últimos lanzamientos o de una novela de un autor de renombre, también hay espacios que atesoran cada obra, especialmente si está descatalogada. Es el caso de El Baúl de Melquiades, en Zaragoza. La frase que acompaña a su nombre, 'librería de viejo', ya da una idea de lo que puede encontrarse en su interior. 

Ese toque distintivo es el que hace conocida a la librería Olé tus libros, en el barrio de la San José de la capital aragonesa. "Tenemos una sección específica de 'El Principito'. Lo tenemos en todos los idiomas en los que se ha editado y en todas las adaptaciones que van saliendo. Tendremos unos 300", asegura su propietaria, María Jesús Naya. 

Librería Anónima en Huesca.

Esta librera zaragozana es una apasionada de los libros, pero no imaginaba que acabaría montando su propio negocio y que este perduraría los 23 años que lleva en pie. "Estudié Biblioteconomía y Documentación. Trabajé de camarera, pero no me gustaba. Pensé en abrir una tienda física y online a la vez, algo casi pionero, y lo hice con los libros porque es lo que conozco. Ha merecido la pena. Supuse que sería un proyecto de tres años y aquí seguimos", celebra Naya. 

En sus dos décadas al frente de la librería ha aprendido a ayudar a los clientes que pasan por ella cada día. "Siempre aconsejo elegir algo que trate un tema que te guste, sobre todo si es una persona que no lee habitualmente o no le gusta mucho", apunta. En el caso de los niños y los adolescentes, los cómics "son una forma de acostumbrarse a tener un libro en las manos", aconseja. 

Por último, la librera recomienda aficionarse primero a leer y luego ir acercándose, poco a poco, a los grandes clásicos: "De nada sirve que lo intentes con el 'Ulises', de James Joyce, si no te gusta leer. Es mejor ir aficionándose y luego animarse con estos libros".