Visto para sentencia el primero de los tres juicios del caso Badoo

Este jueves ha quedado visto para sentencia en la Audiencia de Zaragoza el primero de los tres juicios del caso 'Badoo', en el que se juzga el rapto y robo con violencia sufrido en 2019 por un hombre de origen rumano, vecino de La Almunia de Doña Godina, en una zona despoblada de Gallur.

La fiscal del caso ha mantenido la petición de penas de 16 años de prisión para cada uno de los tres acusados, M. A. D., de 35 años, J. A. M. F., de 43 años, además de H.C.A.L., de 34, la presunta gancho para las víctimas, tras enumerar las pruebas incriminatorias recogidas por los investigadores  y que les sitúan en cada uno de los puntos donde se desarrollaron los hechos. 

Así, ha apuntado el análisis de la tarjeta SIM de la pulsera localizadora de uno de los acusados por una denuncia previa por malos tratos, los restos de un Renault Clío rojo desguazado cuyo número de bastidor correspondía al del vehículo de la primera víctima y que fueron hallados en el taller de Pedrola donde vivían los principales acusados -un hombre de origen marroquí y una mujer venezolana-, así como un Mercedes gris similar al que se vio en el entorno donde había quedado con la mujer. Fue en ese mismo vehículo donde un agente localizó la llave del Clío despiezado, documentación a nombre de la primera víctima y una navaja con sus restos biológicos.  

Estos argumentos han sido respaldados por la acusación particular, que se ha posicionado a favor de las penas solicitadas por la fiscalía.

Por su parte, los tres letrados de las defensas han considerado las penas "desproporcionadas". En el caso de la abogada del procesado marroquí, que ha reclamado la absolución de su cliente, ha considerado que la magnitud del castigo solicitado se debe al "impacto mediático" y la "alarma social" generadas y que, caso de ser reconocido culpable, la condena debería quedar los tres años y seis  meses por un delito de robo con violencia y de multa por las lesiones leves sufridas.

Por su parte, el abogado de la acusada venezolana ha insistido en que su defendida no sólo no fue identificada de una forma veraz por la víctima tras los hechos, sino que cualquier persona pudo crear un falso perfil en Badoo a partir de las fotos que había publicado en Facebook.  "Una persona que queda por Badoo -ha añadido- debe saber a los riesgos a los que se enfrenta, sobre todo si te citan junto a un descampado", ha llegado a aseverar.

A su vez, el letrado del tercero de los acusados, inculpado únicamente en el asalto al hombre de origen rumano, ha asegurado que la principal prueba incriminatoria contra su cliente, unas imágenes de un cajero que muestran a una persona con tatuajes en sus pantorrillas, no son suficientes para una identificación plena y fiable.

Los dos principales acusados de esta banda, el hombre marroquí y la mujer venezolana, serán juzgados la próxima semana por un jurado popular por el asesinato de la tercera de sus víctimas, un empresario vasco captado por los mismos medios al que presuntamente enterraron vivo tras haberlo dado por muerto.