Las pruebas apuntan a que el empresario vasco fue asesinado al poco de llegar a Luceni

En el juicio por la muerte del empresario vasco engañado a través de una página de contactos a manos de la denominada 'banda de Badoo' (por el nombre de la propia web), este miércoles se ha conocido que pudo haber sido asesinado al poco de llegar a Luceni. Además, se han presentado las pruebas recogidas en el lugar donde fue enterrado, que apuntan a la responsabilidad de los acusados.

Las pruebas presentadas por los investigadores sitúan al hombre y la mujer que se sientan en el banquillo en el lugar donde fue enterrada la víctima, que, además, fue trasportada en el coche del acusado. "Lo que está claro es que la persona fallecida estuvo en ese maletero, y que las personas que están detenidas estuvieron en ese coche, que la tierra que hay en ese suelo la recogieron en el lugar del enterramiento", ha confirmado un agente de la Guardia Civil implicado en la investigación. 

El vehículo estaba en la nave en la que los acusados vivían. Allí se encontraron armas y artículos pertenecientes a las víctimas de los asaltos. La acusada intentó deshacerse de algunos de ellos, tal y como ha señalado otro agente de la Benemérita. "Veo perfectamente abajo en el inodoro, sumergido en el agua, una cadena de oro, o que parece de oro, y una alianza", ha señalado.

Los testimonios de este miércoles han permitido saber también que la víctima podría haber sido asesinada al poco de llegar a Luceni, porque esa misma tarde su coche fue puesto a la venta a través de internet. "Por lo tanto, de haberle sucedido algo, como finalmente le sucedió, lamentablemente, fue en ese tramo horario: entre las siete y cuarto de la tarde del viernes 6 de septiembre y las ocho y media de la tarde", ha concluido un agente de la Ertzaintza.

Con esta sesión concluyen las declaraciones de los testigos y será el jueves cuando comiencen las declaraciones periciales con la intervención de los forenses que realizaron la autopsia.