Vender en Wallapop o Vinted puede salir caro: Hacienda pone la lupa en estas transacciones

Hacienda comenzará a investigar las operaciones de compraventa en portales o plataformas de segunda mano como Wallapop, Vinted, eBay o Milanuncios, muchas de ellas surgidas hace una década. Estas webs deben informar desde el pasado 1 de enero a la Agencia Tributaria sobre las operaciones de sus usuarios, si superan las 30 ventas o los 2.000 euros de ganancias al año. Se trata de una medida dictada por la Unión Europea para evitar el fraude fiscal. 

"Los usuarios de estas plataformas que cuentan con una actividad económica tienen que declarar las operaciones, como, por ejemplo, una tienda de ropa de segunda mano que utiliza también estas webs para vender. A los particulares no se les va a exigir ningún tipo de declaración, salvo que superen los 2.000 euros de ganancias o hagan 30 ventas en un año", explica María Teresa Gómez Latorre, presidenta del Colegio oficial de Gestores Administrativos de Aragón y La Rioja. 

Por su parte, el delegado territorial en Aragón y La Rioja de la Asociación Española de Asesores Fiscales, Francisco García Latorre, puntualiza que son las propias plataformas las que tienen la obligación legal de aportar a la Agencia Tributaria la información de sus usuarios sobre las transacciones que hacen en ellas si se superan las cantidades fijadas. Deben comunicar los datos bancarios, el total de dinero obtenido cada trimestre, el número de ventas trimestrales y las comisiones pagadas. "Se busca sacar a flote ciertas actividades económicas que se realizan en estas plataformas. Es decir, si una persona vende a través de ellas un coche cada dos meses puede considerarse una actividad económica, ya que normalmente los ciudadanos no compramos y vendemos vehículo con tanta frecuencia", apunta Gómez Latorre.

Si hay beneficios, hay que declarar

Algo en lo que también coincide Francisco García Latorre: "Esto va dirigido y debería preocupar a quienes tienen en esto una actividad económica encubierta o no declara una parte de su negocio". 

Las consultas sobre si se deben declarar las compraventas en estas plataformas son habituales en las gestorías, destaca la experta. "Nosotros hemos sido siempre muy claros. A la Agencia Tributaria le interesa saber si ha habido beneficios, y si he comprado un objeto por 300 euros y luego lo vendo por 1.000, he obtenido un beneficio económico y tendríamos que imputarlo. Pero si vendo algo por menos de lo que me ha costado, he tenido una pérdida patrimonial, y, como mucho, lo declararía como pérdida", sostiene.

En este sentido, la presidenta del Colegio oficial de Gestores Administrativos de Aragón y La Rioja recomienda declarar todo lo que se hace a lo largo del año. "Luego se verá si son ganancias o pérdidas, aunque, ciertamente, muchas de estas operaciones son de tan escaso valor que no vale la pena incluirlas, como una caja de lapiceros, o unas acuarelas, que han regalado a tu hijo y no utiliza, por lo que decides venderlas, algo que no va a tener ninguna trascendencia, salvo que sean 300 cajas. Entonces, Hacienda puede preguntar de dónde las ha sacado, porque igual eres una papelería", subraya. 

En vigor desde el 1 de enero de 2024

La normativa ha entrado en vigor el 1 enero de 2024 y obliga a las plataformas de segunda mano a enviar información de sus usuarios a la Agencia Tributaria si se superan los límites establecidos. "Habrá que declararlo en 2025, ya que afecta a la declaración de 2024, por lo que estamos hablando de un año vista", remarca Gómez Latorre. 

La experta comenta que estas compraventas entre particulares están gravadas por el Impuesto de Trasmisiones Patrimoniales, que fija cada comunidad autónoma, y que en el caso de Aragón está en el 4% para bienes muebles. 

Finalmente, aunque la normativa va dirigida principalmente a las plataformas y a quienes operan en ellas mediante una actividad económica, como un empresario o un autónomo, Gómez Latorre aconseja al resto de usuarios "estar pendientes" de lo que se vende, y en caso de que tuviera "un valor significativo", contar con un documento o justificante con el que demostrar que ha habido una pérdida o un beneficio.