Vender regalos en 'apps' de segunda mano: "Me daba apuro pedir el tique y preferí venderlo"

'A caballo regalado, no le mires el diente'. Es lo que se suele decir para aceptar siempre de buen grado un regalo, pero la realidad es que la familia o los amigos no siempre aciertan. En ocasiones resulta violento o puede crear una situación incómoda compartir el desagrado ante un detalle, por eso cada vez son más las personas que optan por vender los regalos que no quieren en páginas y 'apps' de segunda mano. 

Es el caso de Marina Gracia, una zaragozana que prefirió poner a la venta una vinoteca, que pedir el tique para cambiarla: "Estaba nueva, sin estrenar y me daba mucho apuro decirles a mis amigos que la iba a devolver porque no la necesitaba". 

Muchas veces los vendedores encuentran en aplicaciones como Vinted o Wallapop una buena opción para deshacerse de objetos que no usan y que en su momento recibieron como regalo. "Me regalaron una vinoteca unos amigos por mi boda y, aunque tardé en venderla porque me daba pena porque era un regalo, al final decidí ponerla a la venta en Wallapop", comparte la zaragozana, que vendió "bastante rápido" dicho artículo. 

Por cinco euros se venden unos pendientes con pulsera a juego que eran "un regalo" o por 22 un pack de libro, bolsa de tela y caja original de 'La canción de Aquiles'. La vendedora busca un nuevo hogar para lo que dice fue "un regalo fallido". 

Pero también hay quien regala algo que ya tiene repetido, como una usuaria de Vinted que entrega un bolso por algo más de 200 euros, ya que tiene "uno muy parecido y no lo necesito". 

No son casos aislados, basta con hacer una búsqueda rápida en esas aplicaciones para constatar que mucha gente se suma a esta tendencia, por distintas causas. Los hay que venden un regalo, pero no recibido sino uno que iban a hacer. "Están sin estrenar. Las vendo porque era un regalo de Navidad para mi novia y me ha dejado antes de poder dárselo", explica un usuario en la descripción que acompaña a las zapatillas que ha puesto a la venta por 70 euros, aunque, dice, le costaron 86.

Perfumes, libros, botas..., cualquier objeto es susceptible de pasar del papel de envolver al mostrador de una empresa de paquetería. Aunque no es el único destino que pueden tener. Las tiendas físicas de segunda mano también son receptores de regalos no deseados. "Es el pan de cada día", confirma Pedro Urbiola, propietario de las dos tiendas de segunda mano Money Transformers, en Zaragoza.

"Traen muchos objetos que no quieren y nos piden hacer trueque o los venden. Pasa con muchas cosas, desde un iPhone, un juego de una consola, libros... De todo", apunta el empresario, al tiempo que señala a los jóvenes como los que más realizan estas transacciones: "de 23 a 35 años, son los que más vienen y los que mejor manejan esto. Saben lo que pueden sacar y tienen claro lo que van a comprar o lo que buscan".