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LABORAL

Síndrome del pesimismo laboral o por qué el 45% de los asalariados aragoneses están insatisfechos con su trabajo

70.000 españoles renunciaron a su empleo en 2022. En Aragón, casi la mitad de los asalariados están insatisfechos con lo que ganan y un 62,9% declara no haber promocionado nunca en la empresa

I.A. /
El pesimismo laboral es una de las causas que hacen que cada año 70.000 trabajadores de todo el país dejen su trabajo.
icono foto El pesimismo laboral es una de las causas que hacen que cada año 70.000 trabajadores de todo el país dejen su trabajo.

70.000 trabajadores de todo el país renunciaron a sus empleos en 2022, según los últimos datos registrados por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Son unas cifras inéditas en la historia del mercado laboral que ponen de relevancia la existencia de lo que se ha denominado como 'pesimismo laboral'. Según un informe de la consultora Gallup, el 90% de los empleados en España no están comprometidos con su trabajo, es decir, que nuestro país es el cuarto con menor compromiso laboral en Europa. En Aragón, según una encuesta del Gobierno autonómico, el 45% de los asalariados están insatisfechos con lo que ganan y un 62,9% declara no haber promocionado nunca en la empresa para la que trabaja.

Este cóctel pone de manifiesto lo que podría ser una evolución del término 'burnout' (estar quemado), que existe desde hace años cuando se habla de estrés laboral. "Es probable que en esencia no estemos hablando de nada nuevo, quizás en el concepto 'estar quemado' se ponía el acento en que el origen de los síntomas estaba más en la sobrecarga de trabajo, el estrés y las demandas externas, y ahora el arranque aparece en las condiciones laborales, la distancia con el ideal laboral imaginado o las demandas internas dentro del trabajo", reconoce Sergio Moreno, psicólogo en Psicología Zaragoza. 

Esa mutación en el paradigma actual se produce por el cambio generacional y la evolución del mercado laboral: en general, los jóvenes llegan a ese primer trabajo con un ideal que difiere mucho de los que ya se acercan a los 50. "Ahora el trabajo no se ve como algo que te define como persona sino que es algo que te da dinero para poder vivir, pero no con el sentido de antes", refleja Ana Belén Castillo, directora de Recursos Humanos. Y añade, que, habitualmente, cuando alguien empieza en un trabajo "tiene ilusión y ganas de aprender", cualidades que ahora no están tan definidas, en parte, porque también existe una "resistencia a la frustración". Situaciones que en el pasado no se daban con tanta claridad.

Esta línea es compartida por Moreno: "Es probable que, en la sociedad actual, haya ciertas directrices o valores que no permiten identificar a ese 'vivir de manera correcta', debido, por ejemplo, a aspectos como la popularidad asociada al éxito, la posibilidad de ganar fácil y rápidamente mucho dinero, las necesidades que nos crean o el consumismo". 

Un problema de salud mental

"Es obvio que si vivimos para trabajar, cualquier malestar que se desencadene por el trabajo va a tener un impacto directo en la persona", advierte el también profesor de la Universidad San Jorge. "Si el sujeto trabaja para vivir, quizás aquello que pueda acontecer de manera desagradable o no deseada en el ámbito laboral no tenga tanta afectación en el individuo", razona.

Si la primera situación, vivir para trabajar, predomina, se produce un resentimiento en lo mental que va a repercutir directamente en el día a día de la persona y que se va a convertir en un serio problema empresarial. Según UGT, el número de bajas laborales por trastornos mentales y de comportamiento se ha disparado un 81,5% entre 2016 y 2022. Algo preocupante para las empresas. 

“El trabajo tiene que dejar de doler”

Para la psiquiatra y primera comisionada de Salud Mental, Belén González, “es una barbaridad” que en el listado de enfermedades profesionales no se recoja ninguna relacionada con la salud mental. En una entrevista a la agencia Efe, la titular del nuevo cargo creado en el Ministerio de Sanidad para coordinar las políticas del Gobierno central en este ámbito, ha reivindicado que es necesario “cambiar las condiciones laborales para que el trabajo deje de doler”.

Este nuevo comisionado tiene entre sus objetivos desarrollar un “mapeo” en toda España para conocer qué problemas de salud mental tienen origen en lo laboral. “Es algo que no se ha hecho hasta ahora, dado que no está reconocida la relación". Por eso, insiste, urge ese reconocimiento “entre condiciones laborales y trastorno mental”,  y para ello van a desarrollar una vigilancia epidemiológica que permita saber qué casos se ven en Atención Primaria y en la red de Salud Mental teniendo en cuenta que "no tener trabajo", también es causa de sufrimiento psíquico.

Planes de prevención

Algunas empresas, sobre todo multinacionales, sí que incluyen en sus planes de prevención la salud mental. "Es algo que debe formar parte de una estrategia empresarial", asegura la directora de RR. HH., Ana Belén Castillo. Esa gestión emocional puede hacer que la gente se sienta parte de un grupo. "Son personas que conviven ocho horas al día sin tener una afinidad", añade esta experta. El trabajo mental individual debe ser tan importante como la gestión emocional de un colectivo, subraya.

Pero cada empleado debe cuidar el trabajo de autocontrol. Sergio Moreno pide "ser más reflexivos" sobre el sentido que le queremos dar a nuestras vidas. Para ello, es necesario, recomienda, que aprendamos a "poner al trabajo en su lugar, como una área más dentro del conjunto que conforman al individuo". Solo así se podrá huir de un pesimismo al que en ocasiones el mercado laboral actual arrastra.