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OCIO

Nueve lugares para deleitarse con la paleta de colores que ofrece el otoño sin salir de Aragón

En las tres provincias aragonesas existen parajes y paisajes que en esta época del año adquieren tonos sorprendentes, que bien merecen una visita

ARAGÓN NOTICIAS /
Imagen del Moncayo (Zaragoza) en otoño. / Canva.
icono foto Imagen del Moncayo (Zaragoza) en otoño. / Canva.

La estación del otoño trae consigo una profunda transformación de la gama de colores de los campos y los bosques de la Comunidad, que dejan atrás los tonos verdes para teñirse de colores amarillos, naranjas y marrones. Es la acción del frío y la disminución de la hora de luz solar lo que provoca estos cambios en los árboles de hoja caduca.

Una alteración que invita a disfrutar los próximos meses de los distintos parajes y paisajes que hay en las tres provincias aragonesas. Solo, en familia o con amigos, cualquier día y circunstancia puede ser buena para descubrir esta estación antes de que lleguen el frío o las heladas.

Otoño en Huesca

La provincia oscense ofrece múltiples oportunidades para deleitarse de la paleta de colores del otoño. Uno de los sitios más destacados es el parque nacional de Ordesa y Monte Perdido, auténtico corazón de los Pirineos y uno de los primeros espacios naturales protegidos de Europa. Declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, por cualquiera de sus caminos puede uno contemplar la explosión de color de su entorno.

El cañón de Añisclo en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (Huesca). / Turismo de Aragón.

Otro lugar interesante para visitar en estas fechas es la Selva de Oza, un espacio natural incluido en el parque natural de los Valles Occidentales, en la comarca de La Jacetania. Situado en el valle de Hecho, es un enclave idóneo para disfrutar del esplendor otoñal. 

También en la provincia oscense puede resultar interesante hace una escapada, cámara en mano, a la Selva de Conques, uno de los bosques más exuberantes del valle de Benasque, inundada de avellanos, robles, fresnos, abedules y acebos.

Pero no todo acaba aquí, ya que aún puede el visitante descubrir los colores del otoño en esta provincia: el entorno de San Juan de la Peña o el bosque de Labati, ubicado en el valle pirenaico de Aragüés del Puerto.

El Moncayo de Zaragoza

En la provincia de Zaragoza, si hay un lugar que destaca por su riqueza natural es el parque natural del Moncayo, cuyos bosques de hayas irradian una magia que atrapa a cualquiera. Sus múltiples senderos permiten descubrir este enclave único. Además, sus 11.000 hectáreas, su altitud y aislamiento, han dotado a este parque de una riqueza vegetal excepcional que, en esta época del año, ofrece un panorama sin igual. 

El Parque Natural del Moncayo cubre una superficie de 11.000 metros cuadrados. / Canva.

Pinares y chopos en Teruel

El paisaje protegido de los Pinares de Rodeno, que abarca los términos municipales de Albarracín, Bezas y Gea de Albarracín, está compuesto por un extenso pinar de pino de rodeno o resinero, que se entremezcla con enebros, jaras, sauces y álamos, que también sorprende al visitante en esta estación del año. 

También en Teruel, el otoño ofrece gratas sorpresas a quienes se adentran en el parque cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra. Los chopos aquí llegan a alcanzar grandes dimensiones y figuran en la lista de árboles singulares de Aragón.


Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra (Teruel). / Turismo de Aragón.

Igualmente, una bella paleta cromática observará el visitante que se acerque hasta la Sierra de Gúdar, donde avellanos, álamos temblones, tilos y acres han encontrado su espacio.