La crecida en los ríos altoaragoneses remite a la espera de la borrasca Domingos

Tras el paso de la borrasca Ciarán, que ha dejado la primera gran nevada en el Pirineo con espesores de hasta 10 centímetros, el caudal de los ríos altoaragoneses ha remitido, a la espera de las lluvias que pueda dejar este fin de semana Domingos, que comienza a barrer la península y que mantiene en nivel amarillo el aviso por precipitaciones en el Pirineo.

El nuevo frente podría dejar hasta 50 l/m2 en 12 horas. Desde el jueves, los ríos han aumentado su caudal considerablemente. Por ejemplo, el Aragón, cerca de Jaca, registra este sábado casi dos metros de nivel y un caudal de 80 m3/seg. Unas crecidas que sorprenden a los visitantes que están por la zona en estos días, y que se laminan gracias a los embalses. Por ejemplo, las reservas de agua en Lanuza y Búbal han subido más de un 20% en apenas dos días. Por el momento, la borrasca no ha dejado incidencias en las carreteras.

"Está lloviendo con cierta intensidad, pero sobre todo continuo. Lo que ha hecho esto es recargar las cuencas, el nivel freático. Está todo el terreno lleno de agua, todo lo que cae se va a los ríos", explica Santiago Fábregas, ingeniero de Montes. "Hay que tener precaución al cruzar ríos, arroyos, y al ir en coche, porque también el agua puede propiciar caídas de piedras, algún desprendimiento cerca de las carreteras, y hay que estar atento a eso", apunta Fábregas.