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RELIGIÓN

Más de 70.000 musulmanes inician en Aragón un mes de ayuno, oración y reflexión por el Ramadán

Según el Observatorio Andalusí, en la provincia de Zaragoza residen 45.800 musulmanes, en la de Huesca, 15.300, y en la de Teruel, 9.900. Principalmente son de nacionalidad española, seguida de la marroquí. El Ramadán es el mes sagrado de los musulmanes

K. H. /
Decenas de musulmanes en el centro municipal La Granja de Zaragoza.
icono foto Decenas de musulmanes en el centro municipal La Granja de Zaragoza.

Para una parte importante de la población residente en Aragón, concretamente para 71.150 personas, comienza este domingo un mes especial, el mes del Ramadán, una de las citas más importante del calendario islámico, que recuerda la primera revelación del Corán a Mahoma. Según el Observatorio Andalusí, perteneciente a la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE), en la provincia de Zaragoza residen 45.800 musulmanes, en la de Huesca, 15.300, y en la de Teruel, 9.900. Principalmente son de nacionalidad española, seguida de la marroquí. En toda España representan unos 2,5 millones.

Esta festividad tiene para los fieles musulmanes un especial significado sagrado y espiritual. "Es un mes para ponerse en el lugar de los que menos tienen, un mes donde los musulmanes deben hacer una autoevaluación personal, un mes de introspección, de reflexión sobre sus propias acciones, pensamientos y emociones. En resumen, implica un examen saludable de uno mismo para mejorar las relaciones con Dios y las relaciones interpersonales con los demás", explica Jamal Bahssain, miembro de la Comunidad Islámica de Zaragoza, quien trabaja como docente en un instituto de la Comunidad.

Durante el mes que dura el Ramadán, los musulmanes deben abstenerse de beber, comer, fumar y mantener relaciones sexuales durante las horas de sol. Además, se celebran cinco oraciones diarias, desde el alba hasta la noche. Unas reglas que sirven de purificación espiritual y corporal, de las que están exentas las personas enfermas, mujeres embarazadas o con la menstruación, las de avanzada edad o los niños que aún no han llegado a la pubertad. 

"En Aragón, la comunidad islámica vive el sagrado mes de Ramadán como en cualquier otro sitio de España o del mundo en general, ya que se cumple con una función colectiva de comunidad. Formamos parte de la sociedad aragonesa, de su realidad, y concretamente este mes buscamos reforzar los valores de convivencia y solidaridad, valores fundamentales que dan sentido a una comunidad de la que formamos parte", añade Bashssain. 

Se vive con normalidad

Hasan, un marroquí residente en Zaragoza que regenta un comercio, cuenta que lleva desde los diez años viviendo esta tradición y que lo vive con normalidad. "No tengo ningún problema. Abro el local en el horario habitual, y vivo las reglas marcadas como siempre he hecho dese pequeño", explica.  

Este marroquí cuenta qué hacen cuando termina el tiempo de ayuno: "Comemos de todo, invitamos a amigos y, después, vamos a la mezquita a rezar". 

En este sentido, Jamal Bahssain subraya que la jornada laboral de un musulmán en Aragón durante el Ramadán suele ser como la de cualquier otro mes. "Se cumple con la jornada laboral y su horario establecido, se realizan las tareas asignadas, se sigue siendo productivo y eficiente. Digamos que, aunque sea un mes sagrado para los musulmanes, no supone ninguna prebenda serlo. Tengo que decir también que existe una normativa, concretamente la Ley 16-1992, por la que se aprobó el Acuerdo de Cooperación del Estado con la Comisión Islámica de España, y que recoge los derechos fundamentales de los musulmanes, donde se regula en su artículo 12 los derechos que nos garantiza el Estado con respecto a la jornada laboral, y que no siempre se cumple", recalca. 

Este artículo 12 refleja lo siguiente en su primer párrafo: "Los miembros de las Comunidades Islámicas pertenecientes a la Comisión Islámica de España que lo deseen podrán solicitar la interrupción de su trabajo los viernes de cada semana, día de rezo colectivo obligatorio y solemne de los musulmanes, desde las 13:30 hasta las 16:30, así como la conclusión de la jornada laboral una hora antes de la puesta del sol, durante el mes de ayuno (Ramadán). En ambos casos, será necesario el previo acuerdo entre las partes. Las horas dejadas de trabajar deberán ser recuperadas sin compensación alguna".

El representante de la Comunidad Islámica de Zaragoza destaca que si bien en el sector público se cumple esta normativa, en el sector privado "sí notamos algunas carencias". "Hemos tenido numerosas quejas de la comunidad islámica de Aragón por vulnerar estos derechos. Quizá muchas veces por desconocimiento o, simplemente, por no querer respetar esa normativa. A veces hay miedo incluso a perder el empleo", comenta. 

Finalmente, Bahssain considera que la sociedad aragonesa "siempre ha facilitado y respetado las festividades musulmanas", lo que les ha permitido sentirse "como en casa", y agrega que nunca se han sentido excluidos o discriminados "puesto que somos aragoneses musulmanes". "Debemos cambiar el concepto de que el islam es algo traído desde fuera, el islam forma parte de esta sociedad como puede ser cualquier otra creencia", concluye.