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INDUSTRIA

Más de 5.000 empleados de Stellantis Zaragoza vuelven al trabajo con el coche eléctrico en el punto de mira

La fábrica se enfrenta al futuro con varios retos por delante y con los fondos europeos como paraguas económico que permita llevar a cabo sus proyectos

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Una trabajadora en la planta de Stellantis en Zaragoza. / Europa Press

Tras el parón veraniego, los más de 5.000 empleados de Stellantis Zaragoza, en Figueruelas, vuelven al trabajo. Han sido dos años marcados por la pandemia, la guerra de Ucrania y la falta de microchips. Ahora, la fábrica mira al futuro con varios retos por delante y con los fondos europeos como el paraguas económico que permita llevar a cabo sus proyectos.

La fabricación de vehículos diésel y gasolina comienza a dar paso a los eléctricos. Por eso, tanto en Stellantis como en las empresas auxiliares se está muy pendiente de conocer si, finalmente, la versión eléctrica del Peugeot 208 y del Lancia Ypsilón se ensamblarán en Figueruelas y si relevarán al Citroën C3 y el Opel Crossland que están a punto de decir adiós en el mercado.

Para llevar a cabo esta electrificación de la planta, Stellantis ha presentado el proyecto Tesis para recibir fondos europeos a través de los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) del automóvil. Una iniciativa que está previsto que reciba 42 millones de euros de los 223 que supondría esta inversión.

Las versiones eléctricas requieren menos trabajadores

La llegada de nuevos modelos daría un respiro a la plantilla de Stellantis en Figueruelas y a las empresas auxiliares. Todo ello en un momento en el que el sector del automóvil avanza hacia versiones 100% eléctricas en las que se requieren de menos trabajadores

"Se necesita más o menos un 30% de mano de obra pero esperamos que se minimice con la llegada de nuevos productos y modelos", apunta Rubén Alonso, presidente del comité de empresa de Stellantis Zaragoza. Respecto al futuro, Alonso se muestra optimista: "Pueden llegar otros proyectos que esperemos que garanticen esos empleos y un ejemplo es la fabricación de baterías que elaboramos para esta planta y para Madrid".

La crisis de los semiconductores

Por eso, los fondos europeos se convertirán en una pieza clave, principalmente teniendo en cuenta el contexto geopolítico donde no se deja de mirar a la guerra de Ucrania o a las tensiones entre China y Estados Unidos por Taiwán, que es el principal proveedor de microchips de todo el mundo.

"En esta nueva etapa, después del cierre vacacional, esperamos tener la misma tónica que en los meses anteriores en los que casi no hemos tenido afección por el tema de semiconductores, tanto es así que en los tres últimos meses, antes del verano, hemos trabajado con absoluta normalidad", señala el presidente del comité. 

En octubre los casi 5.000 empleados de la planta de Figueruelas elegirán a sus representantes sindicales. Ellos serán quienes negocien el nuevo convenio colectivo que estará marcado por la inflación.