Más de 200 personas vuelven a representar 'La Pasión' en Huesca de forma altruista

El Teatro Salesiano de la capital altoaragonesa acoge desde este fin de semana las representaciones de 'La Pasión', que ponen en escena la Asociación de Antiguos Alumnos Salesianos con motivo de la Semana Santa oscense. Más de 200 personas participan de forma altruista en esta obra de teatro, que continuará los próximos 23, 24, 30 y 31 de marzo, a las 17:00 horas.

Con 77 años de historia, y declarada de Interés Turístico Regional desde 2007, esta obra teatral se ha convertido en un clásico de la Semana Santa de Huesca, que ofrece al público un recorrido por la vida, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret en unas tres horas de representación.

Este año, como novedad destaca la incorporación en el papel de Jesús de un nuevo actor. Se trata de Pablo Baltasar, que sustituye a Javier Machuca. 

"Me da un poco de tristeza, de morriña, sobre todo estos días. Pero vamos, había que hacerlo. Hay que ir renovando, hay que cambiar, hay mucha gente y que todos los que quieran puedan llegar a hacer los que les gusta", señala Machuca a los micrófonos de Aragón TV, mientras que Baltasar indica: "He ido avanzando esos nervios que tenía hacia las ganas de disfrutar y de vivir la experiencia. Tengo una emoción interna impresionante". 

El nuevo Jesucristo conoce la obra, ya que aunque es la primera vez que asume un papel de actor, ha participado desde hace varios años en la obra, ya que formaba parte del equipo de tramoya.

A los 150 actores se suman las 50 personas del equipo técnico que se ocupan del sonido, la iluminación, la tramoya, el vestuario, el maquillaje, la peluquería o el personal de sala, entre otros. La representación está formada por 30 escenas, divididas en tres actos.

En la parte técnica 'La Pasión' ha renovado este año parte de su iluminación para adaptarse a las últimas novedades en tecnología LED, según ha destacado el director, Txiki Ferrer. "Es un gran espectáculo de gran formato con tres horas de duración, con muchísimos cambios de escena, muy ágil, y lo que buscamos es que la obra conmueva a todo el mundo, creyentes y no creyentes", afirma.