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DÍA MUNDIAL DEL TEATRO

Prohibido nombrar 'Macbeth' o vestir de amarillo: la superstición sigue presente en el teatro

Algunas expresiones que todavía se utilizan tienen más de cuatro siglos de historia. El Día Mundial del Teatro se celebra este lunes en todas las organizaciones teatrales

MAR BURGUEÑO /
El Día Mundial del Teatro se celebra este lunes. / Canva
icono foto El Día Mundial del Teatro se celebra este lunes. / Canva

Desear "mucha mierda" antes de salir al escenario, no vestir prendas amarillas durante la representación y evitar decir 'Macbeth' son algunas de las normas no escritas del mundo del teatro que forman parte de su esencia. Además de estas hay muchas más y algunas de ellas tienen un origen que se remonta hasta el siglo XVII, pero a día de hoy siguen muy vivas.

Para Inmaculada Carné, actriz de la compañía teatral zaragozana 'La Clac', es importante pensar en por qué surgen estas supersticiones y la necesidad de tener un amuleto o un ritual antes de salir al escenario. "Todo esto viene de la necesidad de protegernos frente a los miedos que nos rodean. Cuando sales al escenario como actor te ves expuesto al público. En cuanto pones un pie en el escenario recibes si gustas, si no gustas, si se ríen, si disfrutan... Y todos sentimos inseguridad ante el juicio del público", explica Inmaculada. 

Es por esta razón y para evitar el miedo escénico por lo que las supersticiones siguen presentes en la actualidad. "Además de las clásicas, cada actor pude tener sus propios rituales. Por ejemplo, yo necesito beber un poco de agua para aclarar la voz, calentar el cuerpo y hacer estiramientos. Otros, en cambio, necesitan repasar el texto, relajarse o ensayar mentalmente los movimientos de la escena", señala. Pero lo que sí es fundamental para ella, y para sus compañeros de teatro, es su ritual antes de salir a escena. "Nos damos las manos, nos abrazamos y nos deseamos 'mucha mierda'. Es una manera de transmitirnos fuerza y energía, igual que algunos deportistas pueden hacer un grito de guerra".

Mejor no regalar claveles y descartar el amarillo en el vestuario de la obra

Entre las supersticiones más conocidas en el mundo del teatro está la prohibición de vestir de color amarillo durante la representación de la obra. Su origen se remonta al siglo XVII, cuando se estrenó la conocida obra 'El enfermo imaginario', que la representaba en ese momento Molière. Esto se debe a que, días después del estreno de la obra, Molière enfermó y acabó muriendo por tuberculosis. A partir de ese momento, el color amarillo está vetado tanto en el vestuario como en el decorado de la obra.

Además, el experto en teatro y director gerente del Teatro Arbolé, Esteban Villarrocha, apunta a que la prohibición del amarillo se debe también a otra historia relacionada con la reina de Inglaterra y la época victoriana. "Oscar Wilde iba a estrenar su obra 'Salomé', en la que todo su decorado era de color amarillo, y finalmente la reina de Inglaterra prohibió su representación por la homosexualidad del autor", explica.

Otro de los rituales más famosos es desear "mucha mierda" en lugar de desear "mucha suerte". El origen también tiene cientos de años de historia, ya que se remonta a cuando los asistentes a las obras de teatro acudían a las representaciones en carros de caballo. Si habían acudido muchas personas a ver la obra, los excrementos de los caballos se acumulaban a las puertas del teatro. Así, se deseaban muchos excrementos a las puertas del teatro, porque significaba que la obra estaba gustando y que la gente acudía a verla. 

Por el lado contrario, igual que desear "mucha mierda" es algo bueno, decir 'Macbeth' es algo negativo y da mala suerte. Según cuenta la leyenda, el autor maldijo la obra y se decía que las brujas que actúan eran reales e hicieron conjuros y maldiciones en ella, ya que estaban disgustadas con su papel. Los actores se refieren a esta obra como 'La obra escocesa' para evitar mencionarla. "Para quitar la maldición hay que salir al teatro, escupir en el suelo, girar tres veces sobre ti mismo y gritar para volver a entrar en la sala", explica el director del Teatro Arbolé. 

Por último, otra anécdota que nos deja el Día Mundial del Teatro, que se celebra este lunes, es la relacionada con las flores que se regalan a las actrices. Las rosas son un buen regalo para las que han representado una obra exitosa, pero si la flor que se regala es un clavel, hay que preocuparse. Según la tradición, estas son las flores que regalaban los empresarios cuando se quería despedir a la actriz. Es decir, si cuando acababa la representación les llegaba un ramo de claveles sabían que eso significaba que su trabajo en ella había acabado.