Maquillaje y tacones: cuando las empresas incumplen los códigos de igualdad de género en el trabajo

¿Puede una aerolínea obligar a las asistentes de vuelo a llevar maquillaje y tacones en el trabajo? ¿Y unos grandes almacenes? Los sindicatos recuerdan que en materia laboral los códigos de vestimenta de las empresas no pueden entrar en conflicto con los derechos de los trabajadores, como el de la igualdad de género. En 2023 todavía se presentan denuncias en los juzgados por las discriminaciones que existen, en un mismo puesto, entre hombres y mujeres. Un ejemplo es la multa de 30.000 euros que ha propuesto la Generalitat de Cataluña contra la aerolínea Vueling por exigir a las azafatas el uso de maquillaje y tacones, mientras que sus compañeros azafatos no tenían que cumplir con esos requisitos. 

El estilismo en el trabajo, afirman desde UGT, debe ajustarse a lo dispuesto en materia de seguridad laboral. Llevar tacones estiliza la imagen pero no mejora la siniestralidad, certifica su secretaria de Igualdad en Aragón, Medea Gracia. Las empresas no deben aplicar protocolos que diferencien la forma de vestir por sexos. Puede ocurrir que, por razones de imagen corporativa, una compañía tenga que unificar criterios y disponga de un código de vestimenta. En estos casos, advierte Sonia García, secretaria de Igualdad en Comisiones Obreras en Aragón, el uso de aspectos como el maquillaje en la mujer debe estar debidamente justificado en "causas objetivas". Algo, incide García, que es difícilmente demostrable.

Niveles de exigencia distintos

Las dos centrales sindicales coinciden en asegurar que las empresas, en los últimos años, van corrigiendo esta disfuncionalidad, que viene heredada, añaden, por la diferenciación por sexos y roles que siempre han existido en el mercado laboral. La apariencia física de la mujer suele estar en entredicho, argumentan desde UGT, mientras que con el hombre se es más permisivo. Él usa su criterio cuando en un trabajo debe ofrecer una imagen "limpia y aseada", mientras que para la mujer, sentencia Medea Gracia, las exigencias son mayores.

Planes de igualdad en las empresas

En los últimos años, muchos negocios han aplicado planes de igualdad. Empresas como el Corte Inglés, en su documento 'Política Corporativa de Igualdad y Diversidad', aprobado en 2020, refleja entre sus conceptos una diversidad de género, que otorga mismas oportunidades entre hombres y mujeres. Sus trabajadores cuentan como en los últimos años los grandes almacenes se han "modernizado". En 2015, dicen, un empleado no podía comenzar su jornada sin estar afeitado. En la actualidad, la empresa, añaden las fuentes consultadas, solo menciona asuntos como "el aseo y la buena presencia". Sí se mantienen los uniformes para ambos sexos, pero las trabajadoras han dejado atrás el zapato cerrado y las zapatillas deportivas ya están aceptadas.