Los vecinos desalojados del edificio del Arrabal regresan para recuperar sus enseres de valor

Los primeros vecinos que fueron desalojados por el mal estado el edificio ubicado en el barrio zaragozano del Arrabal han podido entrar a sus casas para salvar lo imprescindible. Bomberos y técnicos de la empresa encargada del apuntalamiento del inmueble han acompañado a estas personas. El resto de los 17 vecinos que residían en el edificio van a ir pasando los próximos días.

“Están recogiendo los objetos íntimos y de valor para que la empresa pueda continuar con el apuntalamiento de urgencia debido a las malas condiciones en las que está el edificio”, ha detallado el oficial de los Bomberos de Zaragoza, Sergio Blancas, al programa Aquí y Ahora, de Aragón TV.

Durante la mañana de este miércoles solo está previsto que accedan a sus viviendas los vecinos del entresuelo y de la primera planta porque son “las que se han apuntalado”, ha explicado el bombero. Los responsables de la seguridad de estos trabajos también han aprovechado para sacar algún objeto más y despejar las plantar, para facilitar así el apuntalamiento de todo el edificio.

“Ahora está subiendo con ellos un bombero, con personal de la empresa para que los vecinos recojan sus pertenencias imprescindibles e indiquen qué más necesitarían bajar”, ha comentado Blancas. Los servicios sociales y Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza serán los encargados de intentar llevar todos esos objetos cuando los vecinos estén realojados definitivamente en otros domicilios.

Hace una semana fueron desalojados los 17 vecinos de este inmueble debido a su ruina inminente y los técnicos de Urbanismo concluyeron que no se podía rehabilitar. Está condenado al derribo, parcial o completo, por lo que estas personas, tres de ellas menores de edad y todas en régimen de alquiler, deberán realojarse en otras dependencias.

El Ayuntamiento asegura que garantizará el alojamiento de los afectados

A este respecto, el Ayuntamiento ha informado de que se está a la espera de conocer qué tipo de demolición se realizará, y que está supeditado a lo que digan los técnicos municipales. Esta demolición, explican, se desarrollará de forma subsidiaria por parte del Ayuntamiento, es decir, remitiendo después el coste de la actuación a la propiedad de la finca. El consistorio explica que el inmueble, hasta lo que ahora se conoce, es una propiedad con múltiples propietarios: siete personas privadas, un banco y dos empresas, sin que ninguno sea mayoritario.

Respecto a los inquilinos que se han visto afectados, el Ayuntamiento señala que los Servicios Sociales municipales están realizando un seguimiento "detallado y personalizado de la situación particular de cada uno de los afectados", garantizando desde el primer día "que ninguna de estas familias se quedara en la calle". A este respecto, recuerdan que ya la misma tarde que hubo que desalojar el edificio ya se activó el protocolo.