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NAVIDAD

Las residencias recuperan el ambiente festivo

Menús especiales, decoración navideña y preparativos llenos de ilusión para hacer más llevaderos estos días a las personas mayores

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Un belén decora el salón de una de las residencias de ancianos de la Comunidad.

Las residencias de ancianos vivirán este viernes 24 de diciembre una Nochebuena especial tras las severas restricciones sufridas hace un año, cuando los brotes asolaban algunas instalaciones y muchas personas se veían obligadas a cenar en la soledad de sus propias habitaciones. 

La de este año pretende ser una jornada festiva y de resarcimiento dentro de la evidente precaución que sigue existiendo para que el virus de la COVID-19 se quede en la calle. 

“El año pasado por estas fechas salíamos de un brote muy duro. Lo pasamos muy mal porque los residentes tuvieron que cenar en sus habitaciones y fue un dolor de corazón impresionante para todos”, recuerda Marina Marco, directora en Teruel de la residencia de la Fundación Rey Ardid.  

Pero esta es una jornada festiva y eso se viene notando en los fogones de las cocinas. Platos especiales preparados con mimo por el personal de los centros y, por una noche, vista gorda a los dulces para los regímenes diarios, siempre, eso sí, con cierta moderación. 

En la residencia de Teruel de la Fundación Rey Ardid, por ejemplo, los comensales degustarán esta tarde noche el tradicional cardo con almendras de primero y rape en salsa americana, de segundo. De postre, se anuncia festival de turrones y un apetecible mus de abeto decorado con motivos navideños. 

Si las digestiones de los yayos lo asimilan bien, el Tourmalet gastronómico contempla para la comida de Navidad un menú compuesto por una sopa de pescado para dejar sitio a las paletillas de cordero con patatas panaderas que vendrán después. Siempre se ha dicho que si hay apetito, hay salud. 

Pero el ambiente de celebración va mucho más allá del estómago. La decoración navideña invade los salones de reunión, los bingos se cantan estos días con aún más ilusión y las fichas del dominó impactan en las mesas con mayor ímpetu. Siempre hay residentes que desgraciadamente no saben dónde están ni en qué día viven, pero, con el esfuerzo de los trabajadores, el espíritu colectivo que se genera durante el periodo navideño contagia a la mayoría. 

Si queda alguna duda de que la rutina no tiene cabida, solo hay que ver el humo que echan los secadores de los servicios de peluquería. Quién no quiere lucir un buen cardado en la cena de Nochebuena.  

Tres días con mascarilla a la vuelta

Los más afortunados, los menos en número (seis de los 120 alojados en la residencia Rey Ardid de Juslibol, en Zaragoza), se irán a pasar esta noche o el día de Navidad con su familia. Una salida que, inevitablemente, entraña un riesgo para el grupo burbuja de residentes y también para estos mayores que, por otra parte, llevan ya tres dosis de la vacuna en su cuerpo. Pero, con precaución, resulta asumible. 

“Se van a ir, pero tendrán que estar luego tres días con la mascarilla puesta para prevenir un posible contagio. No hay aislamiento, pero sí mascarilla”, explica Ana Peribáñez, la directora de la residencia de Juslibol Rey Ardid.  

La noche en cualquier caso está preparada para disfrutar y olvidarse por unas horas del miedo, la tristeza y la soledad. Reírse, cantar villancicos, echarse algún baile y hasta tocar la zambomba.