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SALUD

¿Cómo reacciona nuestro cuerpo cuando nos contagiamos de gripe?

Esta enfermedad infecciosa se trasmite por las vías respiratorias y presenta, en general, síntomas como tos, cefalea, congestión y dolor muscular

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto La congestión es uno de los principales síntomas de la gripe.

El punto álgido de contagios de gripe se espera entre los meses de diciembre y enero, aunque el sistema de Atención Primaria está ya alerta para los primeros casos. "Se parece mucho al catarro, que es lo que más tenemos ahora en las consultas, debido a los cambios de temperatura que experimentamos a lo largo del día", indica Belén Lomba, secretaria del Colegio de Médicos y Médicos de Atención Primaria de Zaragoza. 

Con todo, conviene conocer los síntomas que indican la presencia de algo más que un proceso catarral. "La gripe es una enfermedad infecciosa que se transmite por vías respiratorias y que tiene un período de incubación relativamente corto, unos tres días", relata Leandro Catalán, presidente del sindicato médico Fasamet y médico de familia. 

"Los síntomas clásicos son: congestión, fiebre, dolor muscular... sobre todo la fiebre es lo que nos indica si es gripe o catarro", explica Lomba. "El proceso gripal suele ir acompañado de fiebre por encima de los 38 o 38,5 grados, mientras que el catarro presenta más habitualmente febrícula -fiebre por debajo de los 38 grados-", añade. 

¿Cómo se contagia la gripe?

Cada año, en España se contabilizan unos 619.000 casos confirmados de gripe, de los que 1.800 precisan de ingreso en UCI. Son datos de 2019 (último año sin uso obligatorio de mascarillas en invierno) del Sistema de Vigilancia de la Gripe en España, que atribuye 3.900 muertes anuales a esta enfermedad.

La infección suele producirse por contacto estrecho o cercano entre una persona contagiada y otra sana. "El proceso es similar a lo que ocurre con la COVID. Cuando alguien enfermo estornuda cerca de otra persona, las gotitas que expulsa transportan el virus y pueden ir a parar a las manos, boca o nariz de la persona sana y contagiarse", describe Catalán. 

En el momento en que el cuerpo es consciente de la enfermedad, el sistema inmunitario entra en acción y los linfocitos -célula inmunitaria elaborada en la médula ósea- comienzan a luchar contra el virus. "Si estamos vacunados, el cuerpo reacciona antes y acaba más rápido con la dolencia", ilustra el sanitario. 

Cada año la Organización Mundial de la Salud (OMS) estipula qué cepas deben incorporar las vacunas contra la gripe, dependiendo de las que se estima que puedan estar más activas. 

Diferencias entre resfriado, gripe y COVID-19

La evolución de la COVID ha ido complicando la diferenciación entre el coronavirus, la gripe y el resfriado común. "Llevamos dos años sin gripe. Presumiblemente, este año se está recuperando la normalidad de circulación de virus. Podemos tener un pico epidémico importante, pero no  quiere decir que sea más grave. Habrá que ver lo que ocurre y estar vigilante", augura el epidemiólogo Federico Arribas. "No hay que tener miedo, pero sí que hay que tener cordura", añade.

El dolor de garganta, la congestión, la secreción de nariz, y la fatiga son los síntomas comunes a las tres enfermedades, pero con algunas diferencias. La primera es que en el resfriado todos estos síntomas son más leves, y que no hay fiebre.

Con respecto a la COVID y la gripe, lo más palpable para distinguirlas es que en el caso de la gripe los síntomas desparecen a los tres días y que con el coronavirus los síntomas se agudizan con la posible aparición de problemas respiratorios, tos seca y diarrea.

En cualquier caso, lo fundamental para saber qué ocurre es hacer una prueba diagnóstica y evitar el contacto directo al primer síntoma. 

La vacunación evita hasta el 37% de las muertes por gripe

La vacunación a la población mayor de 64 años en España previene un 26% de las hospitalizaciones y reduce en un 37% los fallecimientos, según Sistema de Vigilancia de la Gripe.

Sin embargo, para las personas no vacunadas, el proceso de lucha contra el virus es más complejo, aunque no suele alargarse más de una semana, salvo en casos puntuales que pueden requerir de hospitalización (menos del 5%).

La fiebre es el indicador claro de que la enfermedad está en el cuerpo. "La sintomatología llega cuando el sistema inmune no ha podido luchar contra la enfermedad y el organismo empieza a sacar más defensas y combate la infección", comenta Leandro Catalán. Una lucha a la que se suelen sumar medicamentos antiinflamatorios y antitusivos. 

Con todo, los profesionales aconsejan mantener un correcto lavado de manos y el uso de la mascarilla en los casos de personas con síntomas de gripe o catarro, así como de la población general en los meses de más contagios. 

"Recurrir a la mascarilla es una buena opción. Su efectividad está demostrada con la reducción de contagios en los últimos dos años", mantiene Belén Lomba.