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OLA DE CALOR

Las montañas de Aragón: el refugio para soportar la ola de calor

Durante la próxima semana, Aragón, se mantendrá por encima de los 40 grados, aunque hay lugares frescos. En Royuela, en Albarracín, la mínima de este miércoles ha sido de 10 grados

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Un joven se tira una botella de agua por encima para combatir la segunda ola de calor del verano. / Europa Press
icono foto Un joven se tira una botella de agua por encima para combatir la segunda ola de calor del verano. / Europa Press

La ola de calor que vive esta semana Aragón va a hacer que en la ribera del Ebro se superen los 40 grados varios días consecutivos. Las altas temperaturas pueden causar problemas de salud y hacer que aumenten las atenciones en los servicios de Urgencias. Sin embargo, mientras unos tratan de combatir el calor a golpe de abanico, en otras zonas de la Comunidad tienen que dormir con manta, como ocurre en la sierra de Albarracín y otras zonas de montaña. 

"Es bestial, ya no sabes si abrir las ventanas o no por la noche", comenta una zaragozana a su paso por la plaza San Francisco. En ese momento son las 11:00 de la mañana y los termómetros en el centro de la capital aragonesa rondan ya los 30 grados.

El problema para muchos llega por la noche, cuando los mercurios apenas bajan unos grados. "He podido dormir porque tengo corriente", confiesa un viandante. Este ha tenido más suerte que otra vecina de Zaragoza que asegura que no ha pegado ojo: "No se aguanta. Ayer a las 21:00 de la noche había fuego".

Las atenciones médicas por las temperaturas extremas han aumentado. "Pasamos al golpe de calor, el músculo se contrae y puede derivar en patologías", confirma Beatriz Amores, coordinadora del Servicio de Urgencias del Hospital Clínico de Zaragoza. 

Royuela (Teruel) no ha superado los 10 grados

En otros puntos de la Comunidad, los más cercanos a las montañas, viven esta ola de calor de una forma muy distinta. Los vecinos de la localidad turolense de Royuela han tenido que echar mano de las mantas para pasar la noche. Allí, no han superado los 10 grados. "He dormido de maravilla", asegura una vecina a las puertas de su casa. Los muros de piedra y la altitud del pueblo hacen que la noche compense el calor del día, cuando se alcanzan los 36 grados: "Se duerme como en el cielo", comenta otro vecino.

El Pirineo, refugio contra el calor

A 1.500 metros de altura, la sensación térmica es también diferente. En Cerler, la ola de calor es suave. Las máximas rondan los 30 grados este miércoles. Una temperatura más que aceptable para los turistas que disfrutan estos días del Pirineo. "Hemos estado unos días en Almería y la diferencia es notable", señala un visitante.

Las actividades al aire libre tienen una alta demanda. El piragüismo, el senderismo o los paseos a caballo tienen lista de espera. "Las horas centrales del día, la gente busca el fresco del agua y los deportes acuáticos", señala Chema Serrano, gerente de una empresa de actividades de aventura en el entorno del pantano. 

La montaña es estos días un refugio para los más calurosos, tanto que muchos tienen claro dónde pasar sus vacaciones y dónde no: "Estoy en la gloria. No sé que temperatura hay aquí ahora, pero no me voy a la playa ni loca", asegura una senderista en una de las calles principales de Benasque.

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