Casi un millar de reses toma las carreteras del valle de Benasque en busca de nuevos pastos

Los vehículos que circulan por las carreteras del valle de Benasque han tenido que ceder el paso a otros habitantes de la zona durante este martes y este miércoles: casi un millar de reses bajan desde los prados de Ardonés en busca de nuevos pastos hasta el valle de Estós cruzando por las carreteras A-139 y A-2617. 

Del traslado de las vacas se encargan una docena de ganaderos, entre los que se encuentra Juan Manuel Lamora. "Hacerlo en estas fechas viene desde hace muchísimos años y siempre hacemos este traslado después de que el ganado haya estado 33 días en Ardonés", indica Lamora, quien explica que este es un trabajo en equipo. "Entre los 10 o 12 que estamos, recogemos las vacas de todos, repartiéndonos por diferentes partes del monte. Juntamos todas y emprendemos la marcha", detalla el ganadero. Entre todos se hacen cargo del ganado: unas 800 vacas y más de un centenar de terneros.

"Si viene algún coche, los ganaderos que va delante le piden que pare en una zona ancha para que espere", detalla Lamora, que cuenta con unas 90 reses. Y añade: "Se intenta hacer entre semana para que haya menos coches, el fin de semana siempre hay más movimiento en la carretera y te puedes encontrar con algún conductor que se enfada un poco".

Lamora indica que este es un momento bonito para los 'vaqueros' de la zona:  "Hay buen ambiente entre nosotros porque igual solo te ves en este cambio de valle con los otros compañeros".

El traslado comenzó el martes, desde los prados de Ardonés, en el sector Ampriu, para luego pasar por Cerler, el cruce de la misma localidad y el desvío del valle de Estós. "Las dejamos en un monte a pasar la noche y nosotros hemos vuelto a las 06:30, y, cada uno en su posición para que no escapen, hemos reanudado la marcha hasta el valle de Estós", detalla el ganadero. 

Para evitar incidencias, desde el Ayuntamiento de Benasque se advierte a los vecinos que circulen con precaución por las carreteras afectadas. "Avisamos a la Guardia Civil siempre con antelación para que esté pendiente -asegura Lamora-. Nunca suele haber problemas".

Antes del mediodía de este miércoles ya había finalizado el traslado, y confían que en esta ubicación encuentren pastos igual de buenos que los que han dejado atrás: "Nos hemos ido de Ardonés y todavía ha quedado pasto, porque el día que llegamos llovió, y hacía dos meses que no lo hacía, y ha ido muy bien", zanja Lamora.