Las lluvias de junio mejoran las reservas de los embalses, pero todavía están por debajo de lo habitual

Las tormentas están siendo protagonistas este mes de junio, lo que es una buena noticia para los embalses de la cuenca del Ebro. Aun así, el agua embalsada continúa por debajo de los niveles del año pasado, casi a un 20% menos. La situación ha mejorado, por ejemplo, en Yesa, donde la reserva hídrica ha pasado del 47% a principios de mes, al 56% de su capacidad este martes

"Es una buena noticia que nos permite acometer mejor un verano difícil. Un verano para el que se han tomado decisiones duras para los usuarios. Hay restricciones y renuncias a cultivos porque no había agua, pero estas lluvias nos ayudan, aunque seguimos en una situación de emergencia", ha explicado este martes el jefe de la oficina de Planificación Hidrológica de la Confederación Hidrográfica del Ebro, Miguel Ángel García Vera. 

Llama la atención el aumento del agua embalsada en Barasona, que está casi lleno. El pantano ha pasado en apenas 20 días de estar casi a la mitad, a llegar al 98% de su capacidad. En la lectura de estos datos hay que tener en cuenta que se trata de una infraestructura pequeña, ya que solo puede almacenar un máximo de 84 hectómetros cúbicos. 

La situación ahora mismo es ideal para todas las empresas turísticas del entorno de Graus, pero no tanto para los agricultores del Canal de Aragón y Cataluña. El porqué hay que buscarlo en los otros grandes embalses. Canelles, por ejemplo, que tiene una capacidad de 600 hectómetros cúbicos, está al 15% de su capacidad. Eso significa que en los próximos días los regantes van a contar con algo más de agua de la que disponían hasta ahora, pero insuficiente para afrontar con garantías la totalidad de las segundas cosechas.