Las intoxicaciones alimentarias son más habituales en verano: el calor favorece el crecimiento de las bacterias

Ensaladilla rusa, tortilla de patatas o un bocata de pollo con mayonesa. Son algunas de las opciones clásicas a la hora de ir de camping a la montaña o de picnic a la playa en verano, Sin embargo, muchos de estos alimentos que podrían llevarse en una 'neverita' sería mejor dejarlos en casa. El verano es una época del año que propicia las intoxicaciones alimentarias: son más frecuentes cuanto más suben las temperaturas. En lo que llevamos de año se han producido un total de 36 intoxicaciones alimentarias, de las que siete se han producido entre junio y julio, según los datos publicados de forma semanal en el Boletín Epidemiológico de Aragón. El 2022 cerró con 120 toxiinfecciones alimentarias, de las que dos se produjeron en el mismo periodo de tiempo que las siete que se han registrado en 2023, lo que evidencia un aumento respecto al año anterior en número de casos.

Sobre este aspecto se ha pronunciado el director general de Salud Pública del Gobierno de Aragón, Francisco Javier Falo, quien ha destacado dos grandes motivos que causan la proliferación de enfermedades alimentarias durante el tiempo estival: "El cambio climático está acentuando temperaturas cada vez más elevadas. Una parte de los gérmenes que nos producen enfermedades se reproducen con comodidad con estas temperaturas altas. También hay otro factor de importancia que es el que tiene que ver con el cambio de nuestro modelo de vivir en verano. Estamos acostumbrados a comer otro tipo de alimentos, los que son de más riesgo, en verano. Comemos mucho en el exterior, dejando los alimentos a altas temperaturas y, esa mezcla de calor y cambios en los menús, provocan que haya más intoxicaciones".

Uno de los casos más mediáticos que ha vuelto a poner sobre la mesa las intoxicaciones alimentarias ha sido el relacionado con el consumo de las tortillas de patata de la empresa Palacios. En total han sido nueve los casos de botulismo detectados en España en el mes de julio, una cifra muy superior a la que se suele contabilizar en los boletines epidemiológicos nacionales y regionales. "No es habitual lo que ha pasado. Por ejemplo, en Aragón no pasamos de tener cero o un caso como mucho al año. Se han producido muy por encima de lo esperado. Si de normal puede haber entre ocho o 12 casos a lo largo de 12 meses en España, y solo en un mes tenemos nueve, podemos sacar conclusiones de que algo está pasando", explica Falo. Sin embargo, tal y como explica el director de Salud Pública aragonés es difícil establecer conclusiones ya que no se han identificado por el momento elementos de riesgo en el procesado de las tortillas en la empresa elaboradora. 

¿Qué llevar y qué no llevar a la playa?

La vicedecana para la Coordinación del Grado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, Susana Lorán, da una serie de pautas a tener en cuenta a la hora de preparar el menú para llevar a la playa, piscina o montaña: "Hay que evitar todos los alimentos que lleven huevo: mayonesas, salsas, tortillas poco cuajadas, huevos duros, etc. ya que la mayoría de los brotes vienen de alimentos a base de huevo. También se debe evitar cualquier producto que esté cortado o que requiera refrigeración y no se la vayamos a poder dar. No deberíamos llevar nunca a la playa alimentos que vayan a estar a temperatura ambiente más de dos horas. Y, sobre todo, llevar siempre una nevera que no rompa la cadena del frío", explica. 

Entre los alimentos que sí que se podrían llevar en la 'neverita', la especialista recomienda las frutas con piel, sin cortar, el gazpacho o salmorejo sin abrir, las latas de conservas, los frutos secos o el clásico bocadillo de jamón curado o fuet. Además, añade: "El riesgo de sufrir una intoxicación dependerá de si se han tomado las medidas de higiene necesarias para minimizarlo".

Algunos de los alimentos que sí se podrían llevar a la playa.

Recomendaciones para evitar intoxicaciones

Respecto a las recomendaciones a tener en cuenta para evitar intoxicaciones, el director de Salud Pública lo tiene claro: no romper nunca la cadena de frío, comprar productos de primera calidad y cuidar la higiene, tanto personal como de los productos que vayamos a consumir.

"El verano es un momento de consumo de producto fresco, consumimos más frutas y ensaladas, y eso es magnífico. Pero sí tenemos que intentar comprar productos de calidad, que al verlos nos den confianza. Luego, otro elemento importantísimo es no romper nunca la cadena de frío. Realizar los desplazamientos del supermercado a casa lo más rápido posible, utilizar neveras para refrigerar los productos, conservarlos siempre en las condiciones necesarias. Y, por último, la higiene es fundamental. El lavado de manos y también el lavado de productos frescos, de la fruta, de los tomates..", explica Falo. Además, aconseja evitar productos que lleven huevo y las salsas a la hora de realizar una excursión o un picnic en el exterior.