La sociedad turolense se vuelca con las víctimas

Más de 400 llamadas ha recibido la federación de asociaciones de vecinos de Teruel en menos de 24 horas. Ciudadanos anónimos que ofrecen pisos, ropa para los niños o simplemente su tiempo para ayudar a las 45 personas que han perdido su vivienda y a los 200 desalojados de los edificios colindantes al número 21 de la calle San Francisco, que el martes colapsó en la capital turolense.

Desde entonces el teléfono no ha dejado de sonar en la federación de asociaciones de vecinos. Les han llamado psicólogos, abogados, arquitectos y vecinos que ofrecen desde cunas a su tiempo libre. Es tal el aluvión de solidaridad, que desde hoy recogerán donativos a través de la app Bizum. “Es impresionante, la verdad. Todo el mundo se ha volcado muchísimo y esto demuestra que la ciudadanía turolense tiene un corazón enorme, y unas ganas de apoyar y ayudar inmensas”, ha relatado Patricia Blasco, la gerente de la federación.

Otra asociación, la de comerciantes de Teruel, ha entregado un bono de 300 euros por familia. Gracias a ello, 15 vecinos han podido recoger unas gafas en una óptica de la ciudad. “Te abrazan y te dan las gracias, porque sienten que no tienen nada y con algo que les puedas aportar están muy agradecidos”, asegura Mónica Tena, gerente de Ópticas Tena.

En un taller de cocina de la capital turolense han preparado este jueves el menú, sufragado por los empresarios turísticos de la ciudad, para los vecinos desalojados. “Hacemos un esfuerzo para que el menú sea de calidad, no puede ser algo básico, deben sentirse reconfortas y disfrutar de la comida”, explica la responsable del taller, Pilar Cañada.

El Ayuntamiento de Teruel aportará también 1.000 euros a cada familia y les ha ofrecido ayuda para renovar toda la documentación que necesiten. Caja Rural de Teruel, por su parte, ha anunciado que suspende temporalmente la cuota hipotecaria a sus clientes afectados por este siniestro.

Por su parte, servicios sociales ha lanzado un llamamiento para localizar pisos vacíos en Teruel. En este momento, el Consistorio turolense tiene cuatro y necesita unos 30 para dar alojamiento a todos los afectados.