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AGRICULTURA

Los agricultores turolenses estiman la mitad de cosecha del azafrán debido a la sequía

La falta de lluvias y las altas temperaturas afectan de forma directa a este cultivo que en un año normal recolectaría alrededor de cinco kilos por hectárea

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto La falta de lluvia y las altas temperaturas afectan de forma negativa a la campaña del azafrán.

La escasez de lluvias y en especial en los meses de febrero y marzo, momentos claves para la formación de la rosa del azafrán, condicionarán la cosecha de esta campaña a poco más de un mes de su inicio. Algunos productores turolenses estiman que sus campos producirán la mitad de un año normal.

El azafrán es uno de los cultivos de secano tradicionales en el Jiloca turolense, pero la sequía y las altas temperaturas registradas este año están afectando de forma directa este cultivo. La recolección comenzará a mediados de octubre, pero los productores prevén ya una mala cosecha, lo que complica la comercialización. Estiman que la producción va a ser mucho menor que en años anteriores, algunos cifran la merma en un 50% por el tamaño del bulbo que han extraído para sembrar.

"Dos o tres kilos por hectárea"

Este cultivo tiene dos momentos clave en los que necesita agua, el primero de ello es en invierno cuando se forma el bulbo, y el otro, las semanas previas a la recolección para que salgan todas las flores. En la localidad de Blancas, un agricultor local lo explicaba así en Aragón TV: "Un año muy bueno son unos ocho kilos por hectárea, uno normal unos cinco y si este año es malo nos podemos quedar en unos dos o tres kilos por hectárea".

Desde su introducción por los árabes, esta especia ha sido un cultivo de secano, hasta ahora bien adaptada al Jiloca turolense en las últimas campañas, aunque algunos agricultores están realizando riegos de apoyo. Las altas temperaturas y la sequía reducen el tamaño del bulbo que produce las flores.

Ángel Roza, presidente de la Asociación de Productores de Azafrán del Jiloca señala que: "El mes de febrero y marzo es esencial, tiene que haber humedad y frío, si lo hay, salvamos la campaña".

Las oscilaciones en la producción complican la comercialización del azafrán porque los productores son incapaces de proveer a los canales comerciales ya abiertos. Respecto al precio, esperan que se mantenga estable, el certificado del Jiloca se venderán, estiman, entre los 4.500 y 5.000 euros el kilo.

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Azafrán cosecha