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PATRIMONIO

La restauración de los lienzos del antiguo salón de plenos de la DPZ se prolongará cuatro meses

Los trabajos tienen un presupuesto de 75.000 euros. Las pinturas fueron creadas en los años cincuenta y sesenta por Manuel López Villaseñor

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Los trabajos de restauración en el antiguo salón de plenos se prolongarán durante cuatro meses. / Diputación de Zaragoza

Plásticos, andamios y pinceles ocupan el antiguo salón de plenos de la Diputación de Zaragoza. La institución está restaurando los lienzos que cuelgan de sus cuatro paredes y que fueron pintadas en los años cincuenta y sesenta por Manuel López Villaseñor, uno de los más destacados exponentes de la pintura española de la segunda mitad del siglo XX. Los trabajos para restaurarlas tienen un presupuesto de 75.000 euros y está previsto que duren cuatro meses.

Los lienzos representan diferentes escenas, como la entrada de Alfonso V en Nápoles o el matrimonio de los Reyes Católicos y también otras que hacen referencia a situaciones del medio rural como la sequía. Aunque el estado de los lienzos es aceptable, presentan diferentes alteraciones debido principalmente al polvo acumulado en la superficie y al destensado de la tela. Los trabajos salieron a concurso y fueron adjudicados a la empresa Albarium. 

“Las pinturas han llegado hasta la actualidad en un estado relativamente bueno pero había suciedad superficial en todos los lienzos. En décadas pasadas se fumaba mucho en estos espacios, lo que sumado al paso del tiempo crea una capa de suciedad importante”, explica el jefe de la sección de Restauración de Bienes Muebles de la DPZ, José Ignacio Calvo Ruata. “Lo primero que se pretende es recuperar su color. Algunos de los lienzos, como el de la cabecera, tienen un tamaño descomunal y el tiempo ha producido cierto descolgamiento, por lo que se intentará recuperar su tersura original”, resalta Calvo Ruata.

Las pinturas alegóricas del antiguo salón de plenos de la DPZ destacan por sus grandes dimensiones y, precisamente, esta es una de las mayores dificultades para la restauración. Fueron encargados cuando se construyó el actual palacio provincial al pintor manchego y fueron pintadas en dos momentos diferentes, en 1954 y 1955 las que se encuentran en la cabecera y en el fondo y las de laterales, diez años más tarde.