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EFEMÉRIDE

La Declaración de los Derechos Humanos, todavía una utopía en su 75 aniversario

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha alertado sobre la amenza que suponen el autoritarismo y el conflicto armado a los derechos y libertades de la población

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Vigilia por los Derechos Humanos en Antioquia (Colombia)./Europa Press

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha avisado de la amenaza cada vez mayor que la desigualdad, el autoritarismo y el conflicto armado representan para los derechos y libertades de la población del planeta en un sombrío discurso con motivo de la conmemoración, este domingo, del 75 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

"El mundo está perdiendo el rumbo", ha manifestado Guterres. "Los conflictos se extienden con virulencia. La pobreza y el hambre están aumentando. Las desigualdades son cada vez más profundas, el cambio climático se ha comvertido en una crisis humanitaria, el autoritarismo va a más, el espacio civil se está reduciendo, los medios están asediados, la igualdad de género es un sueño distanmte y los derechos reproductivos de la mujer están retrocediento", ha lamentado.

Todas estas crisis, apunta, atentan contra la Declaración Universal de los Derechos Humanos comenzando por su principio: "Todos los seres humanos nacen libres e iguales en su dignidad y derechos", el comienzo de lo que Guterres describió como "una hoja de ruta para terminar con las guerras, sanar las divisiones y promover una vida de paz y dignidad para todos". 

"La Declaración Universal de los Derechos Humanos nos muestra el camino para resolver tensiones, para ejercer valores comunes y para crear la seguridad y estabilidad que nuestro mundo tanto ansía", ha resumido Guterres. 

Ningún voto en contra

La Declaración fue redactada entre 1947 y 1948 por un comité de nueve expertos presidido por Eleanor Roosevelt, viuda del presidente de Estados Unidos Franklin D.Roosevelt, a partir de las lecciones aprendidas tras dos gueras mundiales.

El 10 de diciembre de ese año, la Asamblea General de la ONU en París -Nueva York no sería la sede permanente de esas reuniones hasta 1952- adoptó un texto que quería recoger los diferentes derechos del ser humano, empezando por la vida, la libertad y la seguridad, primeros en ser mencionados en su artículo 3.

La declaración, con sus 30 artículos, fue aprobada por 48 votos a favor y ocho abstenciones, en su mayoría procedentes de países del bloque socialista como la Unión Soviética, Polonia o Checoslovaquia, que al parecer querían en el texto una condena más clara al fascismo. 

También se abstuvo Arabia Saudí, en desacuerdo por el artículo en el que se defendía el derecho de cualquier persona a cambiar de religión, o Sudáfrica, que ese mismo año instauró el "apartheid", probablemente uno de los sistemas legales más alejados de la idea de que todos los hombres tuvieran iguales derechos. España todavía no formaba parte del organismo, en el que entraría en el año 1955.

"Nació de lecciones aprendidas tras dos guerras mundiales, el Holocausto, la destrucción atómica, la profunda devastación económica y generaciones de explotación colonial, opresión e injusticia", afirma el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, quien este lunes presidirá los actos de conmemoración del 75 aniversario en Ginebra.