La meditación, técnica milenaria y antídoto contra el estrés en el siglo XXI

El origen de la meditación no se puede datar, pero sí se sabe que se practica desde hace miles de años para calmar la mente y conseguir una vida mejor. Desde entonces, ha estado presente en la mayoría de las culturas y, desde hace algunas décadas, se investiga desde una perspectiva científica. A través de la neurociencia se identifican los beneficios que aporta, como facilitar la concentración, reducir el estrés e incluso contribuir a disminuir el dolor en enfermedades crónicas.

Un estudio de la Universidad de Harvard publicado en la prestigiosa revista Science en los años 70 contaba los resultados de un experimento. El informe concluyó que la meditación cambia el cerebro y activa la parte frontal, que es la más importante para el comportamiento.

La mente se puede entrenar

"Hay que entrenar la mente como cualquier otra parte del cuerpo". Ese es, para la enfermera experta en meditación e instructora de Mindfulness, Malu Artigas, uno de los puntos de partida para empezar a meditar. 

Artigas explica que esta técnica de atención plena "propone no vivir en el pasado ni en el futuro, sino enfocarnos en lo que estamos haciendo, exprimiendo nuestra vida". "Podemos hacerlo con dos herramientas, la respiración consciente y la meditación; ambas están dentro de nosotros y hay que aprender a usarlas para conseguir que este entrenamiento se convierta en un hábito. Cada vez más personas meditan porque encuentran beneficio en su salud mediante esta práctica", asegura. 

Investigación respaldada por la neurociencia

La respiración es fundamental para que todo el cerebro se concentre en la parte frontal. Por eso, es necesario aprender a respirar. Como apunta en diferentes intervenciones y publicaciones la neurocientífica Nazaret Castellanos, una de las voces más reputadas en la investigación sobre los cambios de la meditación en el cerebro, "la meditación es un combate entre lo voluntario y lo involuntario". "Cuando estamos meditando, adiestramos al cerebro para que se dé cuenta de sí mismo. Disminuye lo negativo, y se genera una menor sensación de estrés y ansiedad", explica. 

"Es necesario poner el foco en la respiración"

La meditación facilita la concentración, reduce el estrés, la ansiedad e incluso ayuda a reducir el dolor en enfermedades crónicas. Como señala Malu Artigas, permite "crear nuevas áreas en nuestro cerebro y se puede trabajar la actitud": "Es necesario poner el foco en la respiración y eso es algo a lo que todos podemos aprender. En el mundo laboral y empresarial también se demanda formación en meditación y mindfulness, y es habitual ver, cada vez más, un mayor interés por la salud mental. Las empresas buscan trabajadores que reduzcan el estrés, mejorar el clima laboral y dar al empleado herramientas para proteger la salud mental". 

La ciencia sigue investigando qué efectos produce en el cerebro la meditación. En 2016,  un estudio publicado en la revista Biological Psychiatry respaldaba y aportaba rigor científico a la meditación consciente. Por primera vez, demostró que, a diferencia de un placebo, permite cambios en el cerebro e incluso una mejora de la salud. 

Se desconoce mucho más de lo que se sabe sobre los efectos positivos de la meditación

El debate sobre el respaldo científico sigue presente en muchos de los artículos que se publican sobre meditación o mindfulness, pero en lo que hay consenso es en que la meditación ayuda a ser más consciente, a cultivar emociones y pensamientos más positivos, y a mejorar la manera de afrontar el estrés o la ansiedad. Y, sobre todo, existe la percepción de que es mucho más lo que se desconoce que lo que se sabe.

En los últimos años, la búsqueda de la conciencia personal queda ratificada en cifras. La venta de libros de autoayuda y desarrollo personal no ha dejado de crecer. En 2020, año de la pandemia, se incrementaron de manera exponencial las búsquedas de plataformas online de meditación y mindfulness y los destinos de retiro para practicar estas técnicas tienen cada vez más adeptos. Según varios expertos, la conciencia se proyecta como uno de los campos de investigación más importantes para el futuro científico.