La previsión de una caída del 50% en la cosecha de oliva incrementa los precios del aceite

La cosecha de la oliva en Aragón se puede reducir este 2023 hasta en un 50% en líneas generales, una previsión compartida en todo el territorio nacional. La sequía ha provocado que el árbol no produzca la cantidad de anteriores años y esta falta de materia prima para la elaboración del aceite de oliva ha aumentado su precio. 

En la Almazara Molino Alfonso, de Belchite, han duplicado en las últimas semanas las ventas de aceite de oliva virgen extra del Bajo Aragón. En este establecimiento, ahora una garrafa de cinco litros cuesta 40 euros frente a los 22 euros del pasado año. Y es que la falta de lluvia ha reducido la cosecha en la Comunidad, donde la previsión es recoger tan solo 35.000 toneladas de olivas, frente a las 70.000 de una buena campaña.

En comunidades como Andalucía, la principal zona productora de aceite de oliva, encadenan dos cosechas malas debido a la ausencia de agua, como destaca David Andreu, secretario provincial de UAGA en la provincia de Teruel, que advierte de una cierta inquietud en el mercado agroalimentario.  

El cambio de hábitos de los consumidores ha llegado a las almazaras. "El miedo que está teniendo la gente a quedarse sin aceite está haciendo que la gente venga a comprar a las almazaras, no para enlazar con la campaña que viene, hasta noviembre o diciembre, sino para todo el año que viene. Entonces, están agotando todas las existencias y se está disparando el precio, tanto por la escasez como por el nerviosismo de la gente", explica Florentino Alfonso, propietario de la Almazara Molino Alfonso.  

En la Almazara Molino Alfonso, en Belchite, una garrafa de cinco litros cuesta ahora 40 euros frente a los 22 euros del pasado año.

En este escenario, el sector teme que, ante los altos precios, el consumidor opte por otro tipo de aceites y desciendan a largo plazo las ventas.

Beneficios para la salud del aceite de oliva

El aceite de oliva es bueno para el corazón pero ahora un estudio de la Universidad de Harvard confirma que también lo es para el cerebro. A lo largo de tres décadas se ha seguido de cerca el día a día de 90.000 americanos. Unos 5.000 fallecieron de demencia, pero los que tomaron más de media cucharada de aceite de oliva al día redujeron en un 28% su riesgo de padecer una enfermedad neurodegenerativa. "Tiene algunas sustancias como los polifenoles, que ya llevamos mucho tiempo estudiando sus efectos beneficios. Actúan haciendo que la vida de la neurona sea más prolongada", explica el neurólogo Carlos Tejero.

Igual ocurre, según el estudio, si se sustituye una cucharada de margarina o mayonesa al día por este aceite. Entonces, el riesgo disminuye entre un 8% y un 14%, pero también es necesario mantener hábitos saludables. "Es muy importante tener en cuenta que un alimento por sí mismo ni previene ni cura ningún tipo de enfermedad ni sintomatología. Sin un estilo de vida y sin una alimentación adecuada, esa cucharadita al día no va a servirnos de nada", incide Nuria Abia, nutricionista.