Un campus de trabajo intenta sacar a la luz el empedrado original del pueblo viejo de Belchite

El pueblo viejo de Belchite, en la provincia de Zaragoza, es estos días escenario de la segunda edición de un campus arqueológico cuyo objetivo es recuperar parte de la historia del municipio. Para ello 16 estudiantes internacionales que aprenden sobre el terreno y ayudan a ordenar vestigios de una tierra con mucho pasado. Esta actividad, organizada por el consistorio belchitano y su Fundación Pueblo Viejo y la Asociación Española de Arqueología Militar, tiene por objetivo despejar de vegetación y tierra la calle del Señor, uno de los nuevos lugares habilitados para las visitas guiadas.

Limpian para sacar a la luz el empedrado original que hunde sus raíces en la época moderna. La procedencia de los estudiantes es diversa, desde Canadá, Estados Unidos o Reino Unido, que voluntariamente ayudan a conocer los orígenes del Belchite viejo. Jennifer Greenow, voluntaria del campus, explica que: "Es una oportunidad de excavar esta zona aquí en Belchite y para la gente que vive aquí; también para España una oportunidad de ver la calle del siglo XVI". Para Leon Jagels, otro de los participantes esta experiencia le ilusiona "mucho", ya que "hemos encontrado también muchas cosas de cerámica".

Es la segunda edición de este campus arqueológico que permitirá que la calle del Señor pueda ser visitada. Las investigaciones apuntan a que este el barrio de San Roque era el barrio nuevo del Belchite medieval, donde se asentaron los últimos moriscos que se convirtieron al cristianismo. Además, es una zona muy querida por los vecinos porque a través del arco de San Roque consiguieron huir el último día de la batalla de Belchite.

Durante el mes de agosto se trabajará en este campo de trabajo arqueológico, para el que ya han recuperado el camino que une la zona medieval del Salvador. Como novedad este año se van a realizar catas. El objetivo es "sacar incluso algunas muestras para mediante el carbono 14, para acercarnos a tener unas fechas cronológicas sobre el origen de Belchite", señala Alfonso Fanjul, arqueólogo y director del campus.

Un proyecto de arqueología social

En la década de los setenta, ya se practicó una intervención similar en esta misma zona. Sin embargo, el paso del tiempo y la erosión lo cubrieron de tierra y maleza. El equipo coordinado por Fanjul realizará, además, un informe de seguimiento arqueológico, documentando cada uno de los pasos de este proceso de forma minuciosa.