Halloween en agosto y Navidad en septiembre: el consumismo adelanta las celebraciones

Queda algo más de un mes para celebrar Halloween -31 de octubre- y ya se pueden ver escaparates con artículos para decorar, disfrazarse o ambientar la fiesta. Una celebración importada de Estados Unidos que ya forma parte del imaginario colectivo y que cada vez se prepara con mayor antelación. Lo mismo pasa con otras celebraciones, como la Navidad o San Valentín. Fechas señaladas en el calendario de los establecimientos que incitan a acercarse a los coloridos y llamativos escaparates y comprar. 

"Desde el confinamiento, se ha acentuado mucho más. El adelantamiento de las celebraciones es algo que viene para quedarse como una consecuencia de la pandemia. Tenemos una mayor necesidad de salir de casa, e ir de tiendas es un acto social. Llevamos una vida muy rápida, en la que tenemos que planificar muchos eventos y comprar para llegar a tiempo", explica el doctor en Sociología y profesor universitario, Carlos Gómez Bahillo.

La actividad comercial se aprovecha de estas fechas para atraer a los consumidores y aumentar así su volumen de negocio. Y es que la campaña de Navidad puede suponer hasta un 40% de la facturación global de un establecimiento comercial. "Cada vez se ponen antes las luces navideñas. Crear un ambiente navideño implica un mayor consumo y gasto. Tiene que ver mucho con el consumismo. Los comercios intentan que nos sintamos siempre atraídos a algún estímulo de compra", explica el experto. 

La Navidad empieza en septiembre

Todavía con temperaturas de casi 30 grados es difícil asimilar el cambio acelerado, implantado por supermercados, centros comerciales y tiendas de ropa. Grandes marcas de moda ya incitan a comprar los abrigos, guantes y bufandas que se llevarán este invierno, mientras que en algunas tiendas especializadas ya se puede hasta reservar la decoración de Navidad. 

"El cambio climático no nos ha favorecido nada. Las campañas actuales ya no son reales. Yo tengo una tienda de ropa especializada en mujer con curvas y una parte de la colección la tengo en el centro con un 'outlet' de ropa de verano, mientras que en otra tienda tengo toda la parte de fiesta, eventos y ropa de invierno. Es decir, tenemos una tienda con bañadores y caftanes y otra con abrigos. Es lo que hay, tenemos que sacar el género que nos ha quedado", explica la presidenta de la Asociación de Comerciantes del centro de Zaragoza, Begoña Abad. 

Si el alcalde de Vigo, Abel Caballero, cada año intenta llevar las fiestas navideñas un paso más allá y "tener el alumbrado más espectacular de España y del mundo", según sus propias palabras, parece que los comercios no se quedan atrás. "Nosotros no vamos tan adelantados. Decoramos siempre los establecimientos como una semana antes de la festividad. Por ejemplo, esta semana pondremos a punto la tienda para las Fiestas del Pilar y después seguiremos con Halloween. El escaparate que más tiempo suele estar es el de Navidad y, posteriormente, el de San Valentín", explica Abad.