Entra en vigor la subida del SMI, que se sitúa en 1.080 euros y que beneficia a los sectores más feminizados

La nómina del mes de febrero es la primera que refleja la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), aprobada el pasado 14 de febrero. El acuerdo incluye un salario bruto de 1.080 euros al mes y 14 pagas. Se calcula que la medida llegará a 2,5 millones de trabajadores, que verán incrementados sus sueldos y que lo harán con carácter retroactivo desde el 1 de enero de este año.

Esta subida sirve también como una herramienta para luchar contra la brecha de género, tal y como ha destacado este miércoles el secretario de Acción Sindical de CC. OO., Pablo Castillo, en el programa Buenos Días, de Aragón TV: "Fundamentalmente, los más beneficiados serán aquellos que no llegaban a la nueva cuantía y los sectores más feminizados, donde los salarios suelen ser inferiores a la media".

Atendiendo a los últimos incrementos del SMI, hace cuatro años se situaba en menos de 740 euros. Ahora, se incrementa en 80 euros, respecto a la última revisión del pasado año. 

Además de beneficiar a los trabajadores que están por debajo de ese salario bruto, la medida afecta a toda la población porque las administraciones lo toman como referencia para calcular las ayudas públicas. 

Por otro lado, el sector empresarial ya ha manifestado las dificultades que pueden surgir para asumir el aumento de los costes salariales. Uno de los ejemplos que esgrimen es el de la agricultura, donde existe un fuerte incremento de los costes de producción. Sin embargo, los sindicatos creen que esta medida no tendrá un efecto negativo en la contratación.

"Lo que nos han mostrado los incrementos de los últimos tres años es que no hay efecto negativo, sino que el empleo ha ido creciendo de forma robusta y no parece que sea un elemento insalvable", ha señalado Castillo.  

El los últimos cinco años, el SMI se ha incrementado en un 47%. Los expertos señalan que esa subida se debe a que la cuantía partía de una cantidad muy baja, pero prevén que en próximos años se ralentice ese crecimiento. "Creemos que debe fijarse el salario mínimo en un 60% del salario medio de España. Algo que también defiende Europa", ha subrayado el secretario sindical. 

Con todo, defienden que en las conversaciones que se están manteniendo para revisar la subida salarial debería estar presente la patronal. Esta defiende un incremento reducido de los salarios para poder hacer frente a las cuantías, aunque los sindicatos mantienen una subida del 4,5%. Una cifra que está lejos del IPC, que en febrero se sitúa en el 6,1%.