El piloto del F-18 estrellado en Zaragoza se recupera favorablemente de sus lesiones

El estado de salud del piloto del F-18 que sobrevivió al accidente aéreo ocurrido en la Base de Zaragoza el pasado sábado evoluciona favorablemente. El militar se recupera de las fracturas y quemaduras que le provocó la caída en la uci del Hospital Miguel Servet, donde está a la espera de una operación.

El capitán logró salvar su vida gracias a que consiguió saltar a tiempo de la aeronave, que quedó totalmente calcinada. El suceso tuvo lugar sobre las 12:10 del sábado, mientras el piloto estaba realizando maniobras de exhibición. Fue entonces cuando el aparato, por causas que se están investigando, se precipitó dentro de los límites de la Base Aérea de la capital aragonesa, aunque muy cerca de las pistas del aeropuerto civil, sin generar ningún daño personal ni causar problemas en el tráfico aéreo.

El accidente no es el primero de estas características en España. Una docena de estas aeronaves se han estrellado en las últimas décadas, cuatro de ellas en suelo aragonés. La primera, en 1988 en La Muela, de la que el piloto logró eyectarse y salió ileso. El segundo siniestro, que tampoco dejó daños, se produjo días después, al colisionar en el aire un caza y un Hércules 130. El mismo accidente en pleno vuelo se repitió en el año 2000 entre dos F-18 en Ejea de los Caballeros, que sí acabó con la vida de un capitán. 

La delegada del Gobierno en Aragón, Rosa Serrano, se ha referido esta mañana a este accidente, cuya investigación está en manos de la Comisión para la Investigación Técnica de los Accidentes de Aeronaves Militares. "Tendremos que esperar a que haya avances en esa investigación y así clarificar qué pasó", ha dicho Serrano.