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OBJETIVO

El intrusismo laboral alcanza a tres de cada diez trabajos de reparaciones y reformas

La escasez de personal cualificado y el fácil acceso a las herramientas favorece la acción de estos falsos profesionales, que pueden llegar a causar más problemas de los que pretenden solucionar

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Confiar en profesionales no cualificados puede acarrear importantes problemas. / Aragón TV

Tres de cada diez obras de reparaciones o reformas están ejecutadas por personas que no tienen formación, según denuncian desde los gremios profesionales. Detrás de este dato, hay todo un abanico de causas y consecuencias que implica a toda la sociedad. Desde la falta de mano de obra cualificada a los riesgos para la seguridad que puede implicar una chapuza. Los tutoriales para todo y la posibilidad de comprar equipos, material o herramientas a las que antes solo tenían acceso los gremios han hecho proliferar la autogestión de obras menores. El programa 'Objetivo' de Aragón TV, analiza este sábado 6 (13:2 horas) cómo defender los derechos del consumidor ante chapuzas de personal no cualificado.

Más de una vez, se tiene la tentación de confiar en un presupuesto barato en 'B', o el primo de un amigo que es un manitas. Pero lo barato, como dice el tópico, puede salir muy caro. Manipular la electricidad, la fontanería, calefacción, el frío o los motores no están al alcance de cualquiera y pueden causar auténticos quebraderos de cabeza si se hace sin una adecuada formación y cualificación. Detrás de todo esto, se juntan circunstancias como la falta de dinero para acometer una reparación, personas que trabajan sin formación y en el mercado negro, y la falta de profesionales cualificados.

La importancia de confiar en profesionales

Reparar con un tutorial de YouTube o pedir el favor a un conocido puede traer graves imprevistos. Paula y Antonio revisan hoy unas placas solares que instalaron hace un año en Chimillas (Huesca). Ambos son profesionales titulados con formación específica que trabajan en una empresa de instalación de energía solar. El propietario, Salvador Romero, cree que, aunque la instalación ha costado unos 60.000 euros, ha valido la pena: "El gasóleo, desde que pusimos las placas no lo utilizamos. Allí hay un ahorro importante porque prácticamente podíamos consumir entre 3.000 y 4.000 euros de gasóleo al año". 

Desde la empresa instaladora, Federico Lardiés explica cómo el intrusismo se introduce en su gremio. En el caso de la instalación de Chimillas, que está conectada a la red, explica que "cuando las placas producen más de lo que la vivienda consume vierten a la red y entonces esa interconexión se tiene que hacer por un profesional y con unas garantías". Sin embargo, reconoce que en ocasiones les llaman para que les hagan el boletín, que es como se llama a la documentación. "Hacer el boletín sobre una instalación que ha ejecutado otra persona que no conoces, nosotros no lo hacemos nunca", destaca. Recuerda que "como profesionales" no deben prestarse a eso. "En primer lugar porque devalúa nuestro prestigio y profesionalidad y segundo porque puede llegar a ser un peligro", asegura. 

El fácil acceso a las herramientas y la escasez de profesionales

Ahora es mucho más fácil acceder a materiales a través de comercios de grandes superficies dedicadas al bricolaje y las reformas. También internet sirve de manera inmediata la información de cómo hacer cualquier cosa. Este hecho ha animado a muchos a intentar hacer por sí mismo instalaciones eléctricas, de fontanería o mecánica. Se calcula que tres de cada diez trabajos que se hacen son obra de una persona no profesional.

Desde la Asociación Provincial Empresarial de Fontanería, Calefacción, Gas y Afines (Apefonca), Santiago Magallón recuerda que el intrusismo en el sector "son tipo amigos o cuñados que hacen los trabajos a los clientes, carecen de acreditaciones profesionales, no están certificados, no tienen ninguna titulación y luego, ante cualquier problema que puede tener el cliente, no se van a hacer cargo ni compañías de seguros ni nada".

El acceso a herramientas y material es ahora mucho más sencillo para cualquiera. / Aragón TV

El intrusismo en instalaciones eléctricas de climatización puede llegara incluso al 30% de instalaciones en las que se interviene, explica Luis Ángel Carbó, desde la Asociación de Entidades del Sistema de La Seguridad Industrial (Aessia). Magallón, por su parte, explica que los clientes compran los materiales en grandes superficies. "Luego, te llaman para que se los instales o si no se los instalas directamente los ponen ellos, o un familiar o un amigo", indica, para después pedirles el certificado, el boletín. "Nosotros no lo hacemos. Instalación que no realizamos no la certificamos", recuerda.

Intrusismo y falsedad documental

El intrusismo siempre va acompañado a una falsedad documental. Desde el Colegio de Graduados en Ingeniería e Ingenieros Técnicos Industriales de Aragón (Cogitiar), Enrique Zaro explica que, en su caso, tienen que supervisar que todo lo que dirigen tiene la documentación en regla. "Hacemos de filtro. Cuando no hay un proyecto todo eso se pierde", explica.

Lo cierto es que lo que uno se puede ahorrar con la obra lo va a perder cuando quiera legalizar la instalación: "Se ahorran el IVA de la instalación y los certificados. Se piensan que se van a ahorrar todo y, al final, si lo quieren legalizar les va a costar dinero", recuerda Magallón.

La importancia del personal formado

En internet se pueden encontrar portales de manitas o aplicaciones para móvil donde describir la reforma que se quiere hacer y los profesionales pujan a ella con su presupuesto. Sea por recomendación o por la red, hay que comprobar que tras los anuncios haya personal formado. Internet es testigo también de cientos de vídeos de lo que ven y lo que escuchan los profesionales ante lo que encuentran en las casas o locales y que les piden arreglar.

Desde Aessia, Luis Angel Carbó recuerda que es importante que haya una formación, teórica y práctica. "Teórica, porque estamos viendo que a la hora de realizar la documentación que hay que hacer para estas instalaciones, no existe esa facilidad. Y esa es la formación técnica importante. Y la práctica, para que sepa hacer las cosas bien". En este sentido, Enrique Zaro, destaca que cuando hay un instalador que conoce y sabe, "la labor de dirección es sencilla. Hasta el punto que en una obra, con ocho visitas valdría". "De la otra manera no son ocho, hay que hacer 80. Y aún así te vas preocupado", lamenta. 

Cómo evitar que una reparación acabe en el juzgado

Cuando los casos son graves, los desperfectos pueden llegar a los juzgados. Cillas Abadía, abogada en derecho inmobiliario, destaca que el intrusismo se da fundamentalmente en reformas y rehabilitaciones más que en obra nueva. 

Según explica, hay una pauta que se repite en los conflictos por defecto de obra: "El 'profesional', con la situación de que se le está yendo de las manos, está haciendo un trabajo malo, el cliente no está satisfecho, ha cobrado una parte porque se cobra por fases, y, al final, se encuentra con que no sabe cómo salir del atolladero y abandona la obra", con lo que el cliente se acaba quedando con una obra a medias y mal hecha.

Algunas obras se quedan a medias debido a la falta de cualificación del supuesto profesional. /Aragón TV

Para protegerse de ello, Abadía recuerda que es importante tener papeles firmados:" Hay que firmar un presupuesto detallado de la obra, en qué consiste la obra que se va a hacer, y luego todos los pagos que se hagan, justificados". 

El problema de la falta de personal

En un mundo en el que casi todo lo que nos rodea funciona con electricidad, con motor, o cuando vivimos en ambientes cerrados con temperaturas reguladas, los profesionales de la electricidad, de ingeniería y fontanería son absolutamente necesarios para que la actividad continúe. En las tres profesiones falta mano de obra y algunas, ante la falta de profesionales muchas lo hacen con personas que no están capacitadas, destacan desde los gremios. 

Santiago Magallón explica que en Apefonca, tienen una escuela taller que la montamos con cabinas de soldadura, cabinas para montajes de solitarios, calderas, hacer instalaciones de gas, etc. "Formábamos aprendices y los mismos aprendices que se formaban en la asociación ya nos los quedábamos en las empresas", explica.

Certificado de calidad de los profesionales

Los profesionales destacan que en España, concretamente en Aragón, las instalaciones son tremendamente seguras. Para controlar la seguridad del proceso, sobre los certificados de cada profesional está la supervisión de la OCA, Organismo de Control autorizado. Ahora en Aragón, los gremios reunidos en Aessia quieren mejorar las garantías para el consumidor. En los próximos meses se pondrá en marcha su sello de calidad para tener la garantía de que las empresas que lo tengan "van hacer las cosas bien y con garantía, recuerda Luis Ángel Carbó. 

Página web de Aessia. / Aragón TV

En la página de Aessia pueden ver qué empresas disponen de ese sello e incluso en el Gobierno de Aragón pueden ver los instaladores que están acreditados.  La seguridad y la eficiencia son la prioridad en todos estos procesos. Si las máquinas están para hacernos la vida más fácil, los gremios son vitales para que todo funcione correctamente. Y siempre es mejor ponerse en buenas manos.