El edificio de Traumatología cumple 50 años al servicio de los aragoneses

Hace 50 años el Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza dividió sus funciones en dos nuevos edificios. Por un lado, el conocido como 'La Casa Grande', y, por otro, su hermano pequeño: el de Traumatología. Se conoce por ese nombre, aunque en realidad alberga cuatro unidades.

En este último edificio se realizan 30 operaciones de huesos al día. Y las más comunes son las de las prótesis de rodilla y cadera. "La tecnología ha evolucionado enormemente y hoy disponemos de una serie de medios que nos facilitan mucho la labor. Nos dan mayor precisión, y mayor seguridad en las cirugías", indica Carlos Martín, jefe de servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología. 

Pero la parte del hospital conocida como "trauma" alberga otras unidades, entre ellas la especialidad de Rehabilitación. "Vemos cuadros complicados. A veces, te llevas algún caso que te impacta, pero es un trabajo muy bonito, porque ves que sirves de ayuda a la gente", comenta Mar Sáncho, fisioterapeuta en el Hospital Miguel Servet. 

Los grandes avances técnicos y tecnológicos han tenido un gran impacto en la Neurocirugía. En este ala del hospital, también hay hueco para dicha especialidad. "Los aparatos antiguos se han visto desplazados por nuevas técnicas de neuronavegación, que es como disponer de un GPS para planificar la craneotomía", explica Luis Manuel González, jefe del Servicio de Neurocirugía. 

La última de las unidades que ocupa el edificio es la de Quemados. El incendio del Hotel Corona en 1979 o el de la tapicería Bonafonte fueron parte de su comienzo, como recuerda Javier Rodrigo, médico adjunto de la Unidad de Cirugía Plástica. Entre los sucesos más reciente, pero también de gran impacto, apunta al de las Harineras Porta de Huesca. "Fue muy trágico y que aquí atendimos a la mayoría de los afectados", señala.

Al año, entre las cuatro especialidades se llevan a cabo 9.000 intervenciones en el edificio de Traumatología con la seguridad de haberlo dado todo y con la certeza de que seguirán haciéndolo.