Publicidad
SANIDAD

El covid persistente lastra el día a día de casi 2.000 personas en Aragón

Solo un 15,6% de los que sufren esta enfermedad trabajan en condiciones de normalidad. La mayoría de los afectados son mujeres

I. A. /
Enfermos con Covid persistente reclaman una unidad específica de esta enfermedad en los hospitales.
icono foto Enfermos con Covid persistente reclaman una unidad específica de esta enfermedad en los hospitales.

Tres años después de que el coronavirus causara estragos en la población mundial, todavía hay muchas personas que siguen teniendo secuelas de un contagio. En Aragón están diagnosticados 1.874 pacientes con covid persistente, la mayoría mujeres, según los datos de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). Aunque hay estudios que cifran en el 10% las personas que sufren esta enfermedad tras haber contraído el virus en sus inicios. La inexistencia de una prueba diagnóstica es uno de los principales problemas que encuentran los que la padecen. La SEMG denuncia que solo el 15,6% de los afectados por COVID persistente trabaja en condiciones de normalidad, frente al 46% que está de baja o trabaja con mucha dificultad. De los encuestados, casi uno de cada diez perdió el empleo y solo un 2,9% tiene reconocida la incapacidad permanente.

Yolanda trabajaba en urgencias en octubre de 2020. Allí es donde, "seguramente", se contagió. Pero no fue hasta días después de que se recuperara cuando empezó a notar "taquicardias". "Me diagnosticaron una disautonomía, que afecta al sistema nervioso. Me daban síncopes, no podía hacer las actividades de la vida diaria y no pude salir durante un año de casa porque se me paralizaban las piernas y tenía vértigos", narra esta enfermera. Además, a nivel verbal, "olvidaba alguna frase" por lo que tuvo que hacer rehabilitación neuropsicológica y física, sobre todo en las extremidades inferiores, en las que perdió mucha masa muscular.

Actualmente los síntomas que Yolanda sufre no son tan extremos, aunque continúa medicada para la taquicardia y con una neuritis vestibular, que se traduce en padecer un fuerte mareo al salir a la calle. En este tiempo, se vio obligada a cambiar de puesto de trabajo. "Yo trabajaba en urgencias y nunca pude volver a mi puesto. Ahora ejerzo en un centro médico de Zaragoza", concluye. Por el camino trata de olvidar el tortuoso proceso que la mantuvo dos años de baja, en los que apenas salió de casa por el extremo cansancio que sufría. "Hasta las duchas las tenía que hacer sentada porque las piernas no me respondían", atestigua esta mujer. 

Una enfermedad maltratada por la sanidad

“Al no ser una enfermedad conocida, ante los médicos, debes demostrar que lo que tienes no es ansiedad, porque es lo primero a lo que achacan tu estado", denuncia esta profesional de enfermería. Reflexión con la que empatizan desde el gremio. "Los médicos hemos estado muy pendientes de la patología aguda y se ha dejado de lado la persistente que es la base del iceberg". Es una autocrítica que hace Asun Gracia, médico de familia y miembro de la SEMG en Zaragoza. "Es una dolencia para la que no existe un marcador diagnóstico que te diga si existe o no de manera clara en un paciente", añade y concluye señalando que desde su gremio "ha habido cierto rechazo a este tema".

Gracia también indica que "no existe un tratamiento global específico" y que solo se atacan de manera aislada los distintos síntomas que un paciente tenga, a pesar de que afectan a todo el organismo. "Los más frecuentes son la disnea o falta de aire al respirar, el malestar general y los problemas cognitivos como la 'niebla mental' que limita la visión y el pensamiento con rapidez", sentencia la facultativa.

Lograr que la sanidad disponga de una unidad integral de Covid persistente

El colectivo de los que sufren esta dolencia busca que las autoridades creen, dentro de la sanidad pública, una unidad de atención integral a este tipo de paciente. "Actualmente nos ven en Atención Primaria y si lo consideran oportuno nos derivan al especialista", subraya Delphine Crespo. La presidenta de la Asociación Long Covid Aragón entiende que esta "no es la mejor forma de proceder para una enfermedad que afecta a muchos órganos", de ahí que la petición de un área multidisciplinar es muy importante "para un mayor conocimiento de la enfermedad y para las posibles rehabilitaciones que se deriven de ella".

La Asociación ha mantenido varias reuniones con el Ejecutivo Autonómico y, según Crespo, parece que, tarde o temprano, el departamento de Sanidad optará por "reforzar las soluciones a los problemas de este colectivo". "Al final, es buscar la manera de que la calidad de vida de los enfermos mejore, ya que, de momento, no existe una cura definitiva", zanja.