Aragón registra 41 casos de tosferina en enero, más de la mitad en la última semana

Aragón ha registrado durante el primer mes del año 41 casos de tosferina, más de la mitad, 22, en la última semana de enero, según registra el último Boletín Epidemiológico de la Comunidad. Una cifra “significativamente elevada”, según ha destacado la presidenta de la Asociación Aragonesa de Pediatría de Atención Primaria, Elena Javierre, en el programa Buenos Días, de Aragón TV. La incidencia de esta enfermedad ha aumentado en los últimos meses en España. En los últimos días se ha detectado un brote en Guadalajara que ya ha afectado a 137 personas, sobre todo a niños entre siete y 13 años.

“En esta época es habitual que haya muchos procesos de infecciones respiratorias. Pero en el último semestre del año pasado se detectaron unos 180 casos de tosferina en Aragón y ahora, en un mes, ha habido 44, lo que significa que la incidencia va en aumento”, ha remarcado la pediatra.

La protección contra esta infección está dentro del calendario vacunal, con pinchazos a los dos y cuatro meses, un refuerzo a los 11 meses y otro a los seis años. Desde la asociación de pediatría insisten en la importancia de vacunarse para evitar los casos más graves de esta enfermedad muy contagiosa. “En niños menores de un año puede ser más grave y dar lugar a dificultades respiratorias que requieran incluso el ingreso en la UCI”, ha advertido Javierre.

En Aragón consideran que la cobertura vacunal es buena, también entre las embarazadas que desde 2016 están incluidas en el calendario de protección para generar anticuerpos en el feto. “Por eso los casos se dan entre adolescentes y en adultos”, ha explicado la experta. Para mantener la inmunidad a la tosferina entre los más jóvenes, piden que se amplíe con un pinchazo de refuerzo a los 14 años: “Es una reivindicación que hacemos los pediatras”.

La tosferina es una infección producida por una bacteria que afecta a las vías respiratorias. “La afectación varía en función de la edad y el estado de protección”, ha explicado Javierre. Los casos más graves se dan en los primeros meses de vida. A partir de ahí, la tos persistente puede provocar vómitos y un ruido al final del episodio. Sobre todo se repite por la noche y esta fase puede durar hasta un mes. En adolescentes y adultos, la tosferina se manifiesta como una tos crónica.

Existe un tratamiento antibiótico cuando se diagnostica y confirma esta enfermedad. “El antibiótico es más eficaz para el control de los contagios que para evitar los síntomas”, ha remarcado la pediatra.