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DÍA MUNDIAL

Cada año se diagnostican en Aragón más de 1.000 casos de cáncer de mama

El cáncer de mama es el más frecuente en ellas y representa casi el 30% de los cánceres diagnosticados en mujeres

R. PÉREZ /
La tasa de supervivencia de las pacientes con cáncer de mama supera el 95% cuando hay un diagnóstico precoz.
icono foto La tasa de supervivencia de las pacientes con cáncer de mama supera el 95% cuando hay un diagnóstico precoz.

Cada año se diagnostican en Aragón más de 1.000 nuevos casos de cáncer de mama. Es el tumor más frecuente en las mujeres. Se estima que una de cada ocho mujeres padecerá la enfermedad a lo largo de la vida, es decir, el riesgo de contraer esta patología es del 12%. Según el Observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer, en 2022 fueron 34.740 los nuevos diagnósticos de cáncer de mama en España, lo que representa casi el 29% de los cánceres registrados en mujeres. Y la Red Española de Registros de Cáncer estima que en el conjunto de 2023 se diagnosticarán más de 35.000 nuevos casos.

Ese aumento en la incidencia se debe, explica Julio Lambea, médico adjunto de oncología en el Hospital Clínico de Zaragoza, a que en los últimos años se han diagnosticado muchos más casos por los programas 'screening', campañas de detección precoz. También tiene que ver, señala Lambea, con el envejecimiento de la población, porque la edad es un factor de riesgo para cualquier tipo de cáncer. El mayor número de diagnósticos se da en las mujeres entre 45-65 años. 

Hay más incidencia, pero menos mortalidad. La tasa de supervivencia de las pacientes con cáncer de mama es del 90%, en general, y supera el 95% en aquellas que han sido diagnosticadas precozmente, puntualiza el especialista en oncología. Detrás de estos buenos datos está el aumento de la detección precoz y las mejoras en los tratamientos de la enfermedad. 

Síntomas más frecuentes del cáncer de mama

La mejor fórmula para una detección precoz, insiste el médico oncológico, es la mamografía. En la seguridad social aragonesa se lleva a cabo una campaña para que mujeres de 50 años o más, tal y como recomiendan las guías internacionales, se sometan a esta prueba cada dos años. Si hay alguna alteración, se realiza una derivación a un especialista para que le den un diagnóstico definitivo. Y si existen antecedentes familiares, Lambea recomienda que la vigilancia sea más exhaustiva. 

Aun así, muchas veces el diagnóstico comienza con una autoexploración de las mamas. "Es una práctica que recomendamos hacer al menos una vez al mes. Si encuentran algún bulto que les resulte sospechoso, que sea duro o del tamaño de una almendra, deben acudir a su médico de cabecera", explica el médico adjunto del Hospital Clínico de Zaragoza. 

En la fase inicial de la enfermedad, los síntomas del cáncer de mama suelen estar ausentes. En otras ocasiones, la paciente acude al médico por alguno de los siguientes signos que enumera la Asociación Española Contra el Cáncer:

  • Cambio de tamaño de alguna de las mamas.
  • Irregularidades en el contorno mamario.
  • Menor movilidad de una de las mamas al levantar los brazos.
  • Alteración en la piel de la mama como: úlceras, cambios de color y aparición de lo que se denomina piel de naranja (por su aspecto similar a la piel de dicha fruta).
  • Cambios en el pezón, como puede ser la retracción de este (hundimiento) o secreción amarillenta o sanguinolenta por el pezón.
  • Aparición de un nódulo palpable en la mama o en la axila.
  • Dolor óseo o cansancio extremo, que suelen aparecer en fases avanzadas de la enfermedad. 
  • Dolor en la mama a la palpación.

Los expertos recuerdan que estos síntomas pueden aparecer asociados a enfermedades benignas. Así que antes de asumir que se tiene una enfermedad grave, insisten, hay que esperar a conocer el resultado de las pruebas. 

¿Es posible prevenir el cáncer que más afecta a las mujeres?

El cáncer de mama es una enfermedad habitualmente multifactorial, es decir, en él intervienen varias causas al mismo tiempo. Por tanto, hablar de prevención es hablar de cómo disminuir el riesgo teniendo en consideración los factores modificables: "El cáncer de mama puede prevenirse evitando tóxicos como el tabaco, el alcohol o teniendo un hábitos de vida saludables, con ejercicio y una buena alimentación basada en la dieta mediterránea, que contiene un gran poder antioxidante", advierte Julio Lambea.

Aun así hay dos factores contra los que no se puede luchar: la edad y la alteración genética hereditaria. Sí existen métodos para anticiparse a la enfermedad, tal y como explica el oncólogo: "Métodos de diagnóstico muy precoces e incluso llegar a realizar una extirpación de las dos mamas con una reconstrucción estética a una determinada edad a la que se considera que el riesgo aumenta muchísimo".

Avances en los tratamientos de las distintas fases de la enfermedad

El 95% de los cánceres de mama serán localizados cuando el tumor afecta a la mama y/o los ganglios locorregionales, pero no se ha producido metástasis. En este contexto el objetivo del tratamiento es siempre curativo y habitualmente combinará varias terapias de forma secuencialr: cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapia biológica, inmunoterapia, terapia endocrina y técnicas de reconstrucción mamaria.

Lambea explica que ha habido un gran avance en los tratamientos que se emplean en las distintas fases de la enfermedad: "El tratamiento verdaderamente curativo es una cirugía óptima del cáncer de mama. A veces hay cirugías que se limitan a quitar el tumor y se complementan con una radioterapia. En otros casos, se realiza una extirpación total del tejido mamario con una reconstrucción posterior, que en la mayoría obtiene unos resultados estéticos fabulosos. Los tratamientos que se añaden posteriormente hace que muchas pacientes se curen y eviten la recaída. Y en los casos más avanzados, ya hay muchos tratamientos que permiten cronificar la enfermedad y muchos más que están por venir en fase de investigación". 

Seguimiento y revisiones después del cáncer de mama

Una vez finalizado el tratamiento de la enfermedad, comienza la etapa de revisiones del cáncer de mama y seguimiento. El ritmo lo marcará, explican desde la Asociación Española Contra el Cáncer, cada paciente y sus circunstancias. Durante los dos primeros años tras el diagnóstico es aconsejable realizar revisiones del cáncer de mama cada tres meses. Los tres siguientes años las revisiones pueden espaciarse algo más y se realizan cada seis meses. A partir de quinto año, las revisiones se pueden hacer anualmente. 

No existe un consenso claro sobre el intervalo de visitas y las exploraciones a realizar en cada una de ellas. Hoy en día se considera que exploraciones como la gammagrafía ósea, TAC o ecografía abdominal no deben de realizarse de forma rutinaria, sino solamente cuando la presencia de síntomas o datos en la exploración física o analíticos lo aconsejen. El protocolo de seguimiento puede variar en función del estadio inicial del tumor y del riesgo de cada paciente, pero habitualmente suele contemplar: 

Durante los 2 primeros años

Se realiza una anamnesis (entrevista médica orientada a la evaluación de síntomas), exploración física y análisis de sangre (con o sin marcadores tumorales). 
Debe realizarse una mamografía anual y la revisión ginecológica (si la paciente recibe tratamiento con tamoxifeno). 
En ocasiones puede ser útil realizar otras pruebas de imagen, especialmente si existen síntomas.

En el tercer, cuarto y quinto año

Se realizan las mismas pruebas que en el caso anterior.

A partir del quinto año

Es aconsejable realizar un examen físico, analítica y mamografía.